Trabajo defiende que las compañías devuelvan las ayudas si se van de España
Si una multinacional quiere abandonar España, debería devolver las ayudas que ha recibido para implantarse. æpermil;sta es la opinión del secretario general de Empleo, Valeriano Gómez, quien aseguró que con esta medida se lograría paliar el fenómeno de la deslocalización.
El secretario general, así, defendió el establecimiento de fórmulas que vinculen la concesión de ayudas públicas a la permanencia de las empresas en territorio español, según el discurso pronunciado en la clausura de las jornadas Deslocalizar o no deslocalizar desde la perspectiva laboral, organizadas por la Asociación para el Progreso de la Dirección. Gómez propuso además que se 'premie a aquellas compañías y multinacionales' que se distingan por su compromiso con el mantenimiento en el empleo.
Esta medida, explicó, forman parte de una batería de propuestas 'de amplio espectro' que el Gobierno presentará a los agentes sociales y a las comunidades autónomas para combatir la deslocalización, que en los últimos años ha provocado la pérdida de 10.000 empleos directos y entre 30.000 y 50.000 indirectos.
Gómez aseguró en su intervención que la deslocalización está afectando a 'industrias intensivas en mano de obra no cualificada', entre las que citó la textil, el calzado o la confección. Sin embargo, el secretario general aseguró que el sector 'más delicado y sensible' es el de la automoción, debido a que en él participan casi en exclusiva multinacionales extranjeras y porque es el principal componente de las exportaciones españolas.
Gómez también aprovechó su discurso para replicar a Anfac, la patronal de los fabricantes de coches y camiones. Su presidente, Juan Antonio Fernández de Sevilla, pidió recientemente al Gobierno contratos temporales de cinco o seis años para el sector que flexibilicen los picos de producción y faciliten las prejubilaciones.
Así, Valeriano Gómez aseguró ayer que el desajuste 'significativo' que existe en el sector del automóvil entre los límites de flexibilidad que marca la legislación laboral y las necesidades de su ciclo productivo hace necesario resolver el problema 'a través del diálogo' y la negociación colectiva 'más que mediante fórmulas de innovación contractual específicas'.