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Kioto

Dos proyectos compiten en España para negociar derechos de C02

El comercio en España de derechos de emisión de dióxido de carbono es casi un hecho. A poco más de un mes para que entre en vigor el mercado europeo de intercambio de derechos, ya hay dos proyectos españoles para crear una plataforma de negociación líquida y transparente.

El pasado viernes el Consejo de Ministros adjudicó a Iberclear, el depositario central de valores, el Registro Nacional de derechos de emisión; una base electrónica donde debe constar la titularidad de los derechos de emisión de gases de efecto invernadero, así como todas las operaciones que se produzcan con ellos, como pueden ser la compra venta entre empresas.

Este paso era el primero para hacer realidad el comercio de derechos de emisión, uno de los instrumentos previstos en el Protocolo de Kioto para flexibilizar la limitación de emisiones.

Este registro y la asignación de los derechos a un número determinado de empresas son los principales aspectos que regula el Real Decreto que se aprobó en agosto. Lo que la legislación no especifica es cómo se produce el comercio de esos derechos.

La ley permite a las personas físicas comerciar con los derechos, lo que da pie a inversiones de particulares

De momento ya hay dos proyectos de plataformas para el comercio transparente de derechos, que competirán por atraer volumen de negocio de empresas de gran tamaño, pero también de pequeñas y medianas -en total 1.066-, clave para hacer viable el Protocolo de Kioto.

'En este mercado se define por ley el registro, pero la negociación se deja en manos de los partícipes', explica Javier Tordable, director general de SendeCO2. æpermil;sta es una de las plataformas para la negociación de derechos de emisión de dióxido de carbono que espera estar funcionando para el 1 de enero de 2005. Se trata de un sistema de negociación electrónico a través de Internet para que las empresas puedan intercambiar sus derechos de emisión de manera igualitaria, segura y líquida.

Con el proyecto de Tordable compite la Bolsa de Barcelona, que anunció el mes pasado la promoción de otra plataforma de negociación, impulsada por la Generalitat de Catalunya. El proyecto, según reconocen en la Bolsa, se encuentra aún en un estadio muy embrionario.

Pero mientras se van dibujando las plataformas para la negociación, quedan aún aspectos relevantes por concretar sobre su funcionamiento y, lo que es más importante, sobre quién debería supervisarlas.

Como una inversión

El reglamento prevé que los derechos podrán ser objeto de transmisión entre personas jurídicas y físicas. Es decir, que aunque inicialmente se trata de que las empresas que contaminan menos vendan sus derechos a las que contaminan más, nada impide, a priori, que un particular compre y venda derechos como inversión.

'Aún no está claro si es un valor que se transmite en un sistema organizado de negociación y, por tanto, bajo supervisión de la Comisión Nacional del Mercado de Valores', explica Tordable. En el Ministerio de Medio Ambiente reconocen que esta materia rebasa su competencia y entra en la de Economía. Desde la CNMV afirman que de momento no se ha avanzado en este aspecto. 'En cuanto comience el registro habrá que delimitar las reglas del juego para comerciar con los derechos', afirman en Medio Ambiente.

PREGUNTAS Y RESPUESTAS: ¿Qué es un derecho de emisión?

P ¿Qué son los derechos de emisión de gases de efecto invernadero?R Es el derecho subjetivo a emitir, desde una instalación, una tonelada equivalente de dióxido de carbono durante un periodo determinado. Se trata de un activo transmisible entre empresas, las cuales recibirán un número determinado de derechos por cada periodo, que alcanzan entre tres y cinco años. La Administración central asigna los derechos, según los compromisos en materia de emisión de gases adoptados por España internacionalmente.P ¿Qué beneficios tiene el que las empresas puedan comerciar con sus derechos?R Es un mecanismo para flexibilizar la limitación de emisiones. Si a una empresa se le asignan unos derechos y contamina menos, podrá vender esos derechos sobrantes a otra compañía que necesite contaminar más. Al final es como un premio para aquella que logre contaminar lo menos posible.P ¿El mercado de emisiones es sólo español?R En absoluto. La ratificación del Protocolo de Kioto la hizo la Unión Europea en su conjunto. El mercado de emisiones de gases de efecto invernadero que empieza en enero de 2005 es un mercado para toda la Europa comunitaria. El Protocolo de Kioto prevé el funcionamiento de un mercado internacional de emisiones para el año 2008. El mercado europeo servirá para adquirir experiencia de cara a esa fecha.P ¿Qué ventajas tiene estar en un mercado europeo?R La asignación de derechos de emisión de gases que tiene España es de 160,28 millones de toneladas, y sin embargo la petición de los sectores implicados -eléctricas, cementeras, etc.- es de 169,83 millones de toneladas. Hay por tanto déficit, lo que significa que las compañías españolas podrán comprar derechos de emisión a empresas de otros países para alcanzar esas necesidades de contaminación.

La necesidad de dar liquidez

Las Bolsas de emisiones se multiplican. Además de los proyectos españoles, Deutsche Börse y Euronext preparan sus propias plataformas de negociación de derechos. En Londres y Chicago funcionan desde hace tiempo estos mercados.¿Es necesaria una plataforma de negociación? Los promotores de estos proyectos opinan que es la manera de crear un mercado justo y transparente. Sin una Bolsa donde coticen los derechos, las grandes empresas comerciarán entre ellas. Pero en una plataforma de negociación, una pequeña empresa no contaminante podrá convertir en dinero sus derechos. Una Bolsa de derechos de emisiones permite, en primer lugar, que exista liquidez, con lo que cualquier actor, por pequeño que sea, puede vender y comprar derechos. En segundo lugar permite una formación transparente de precios. El mercado tiene vocación internacional, fundamental para que las grandes puedan comprar derechos en el extranjero.

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