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Telecomunicaciones

Las telefónicas disparan el dividendo y darán 23.500 millones a sus socios

Los accionistas de las operadoras de telecomunicaciones están de enhorabuena. Tras varios años de sequía, las telefónicas primero recuperaron los dividendos y ahora los están elevando a buen ritmo para demostrar que la crisis es historia y que sus finanzas gozan de buena salud. Más de 23.500 millones de euros lo confirman.

Los años en que los acreedores eran el único objeto de atención de las telefónicas europeas han quedado atrás. Las operadoras han depurado sus cuentas y han decidido que ha llegado el momento de mimar al accionista. Tras años de aislamiento, al inversor le ha tocado el turno de volver a cobrar.

Las últimas semanas han sido ricas en noticias en este sentido. Deutsche Telekom pondrá fin a dos años en blanco con el pago de un dividendo de 0,62 euros por acción, mucho mejor del que soñaban los inversores en sus más atrevidas apuestas. Vodafone elevará su remuneración un 100% y ampliará su programa de recompra de acciones, e incluso una casi recién nacida, MmO2, ha anunciado que los buenos resultados le permitirán inaugurar la retribución a sus socios. Y hasta la pequeña Telekom Austria se sumó el viernes a la nueva moda.

Estos anuncios se suman a los que se han ido haciendo durante todo el año en la misma línea. France Télécom recuperó hace pocos meses el pago de dividendos, Portugal Telecom lo incrementó y los que mantienen su política de retribución -el caso de Telefónica- están siendo presionados por varios flancos para que desvelen cuanto antes cuál será el incremento para el año próximo.

El resultado es que en estos momentos ya no hay ninguna telefónica entre las grandes de Europa que no haya retomado el pago de dividendo o anunciado subidas sustanciales, en las pocas empresas en las que la remuneración no se interrumpió con la tormenta.

En total, son 23.500 millones de euros los que las principales operadoras europeas han gastado o están dispuestas a hacerlo para remunerar a sus accionistas este año. La retribución estrella es, sin duda, el dividendo, que asciende a casi 14.000 millones del global. Menos extendida está la recompra de acciones, pero también tiene adeptos. Vodafone, Telefónica, Portugal Telecom y TeliaSonera son ejemplo de ello.

La explicación a esta tendencia tan homogénea de la primacía de la remuneración es, en todos los casos, la misma: demostrar la salud financiera. Sin embargo, hay dos tipos de dividendos, los que se pagan porque se ha salido del bache y los que pretenden demostrar que un tropezón en los resultados no afecta a la solidez de las cuentas.

En el primer grupo estarían empresas como Deutsche Telekom y KPN, que han esperado a que sus resultados operativos se dispararan para recuperar el dividendo. En general, esta tendencia es la seguida por las operadoras que han tenido muchos problemas de deuda y que durante los últimos años no han podido hacer otra cosa con su dinero que repagar los pasivos.

En el segundo grupo estarían Telefónica o Vodafone, que nunca dejaron de pagar dividendo por problemas financieros, pero han recurrido a él cuando las cuentas mostraban su peor cara. La española canceló el pago mucho antes de la crisis -de hecho, antes de que empezara la burbuja- y lo recuperó justo con las pérdidas millonarias por el saneamiento del UMTS. Vodafone ha hecho coincidir la noticia de que duplicará el dividendo con la primera caída semestral en ventas de su historia.

Y es que los excesos cometidos durante la época de la burbuja han dejado que todo el protagonismo se lo lleve un indicador: el flujo de caja libre. Esta partida demuestra la capacidad de generar recursos, al margen de las pérdidas provocadas por limpiezas en el balance de activos sobrevalorados. Y la mejor manera de demostrar que esa caja existe y que la empresa es sólida es repartirla entre los accionistas.

Gana el dividendo

La política de recompra de acciones procede de Estados Unidos y algunos inversores la consideran mejor que el tradicional dividendo. Pero la tradición, sin embargo, gana por goleada, puesto que sólo dos operadoras destinan más fondos a recomprar acciones que a dividendo.

BT y KPN, las firmas con más atractivo inversor

Puede que todas las grandes operadoras hayan redoblado sus esfuerzos por mimar al accionista, pero unas lo hacen con más dinero que otras. Más allá de cifras absolutas, el baremo que mide el trato al inversor es la rentabilidad. En este capítulo ganan BT y KPN, cuyas rentabilidad por dividendo supera el 5%. La primera destina buena parte de sus fondos a dividendo ante la ausencia de grandes inversiones en el horizonte. La segunda ha pagado una remuneración especial por un ingreso extraordinario fiscal que ha disparado la cifra final.Portugal Telecom y Deutsche Telekom se sitúan muy cerca del 4% en rentabilidad por dividendo y eso sin contar con que la primera tiene en marcha también un plan de recompra de acciones. Telecom Italia está en la parte alta del 3% y Vodafone y Telefónica se sitúan en la baja. Estas dos últimas compañías complementan el dividendo con la recompra de acciones, que no se ha incluido en los cálculos porque no se puede objetivar.La lista de rentabilidades la cierran Telefónica Móviles, por su agresiva política de inversión, tanto en compras como en desarrollo comercial, y France Télécom, que aún no ha recuperado el ideal de salud financiera.

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