Isolux compra Corsán-Corviam y crea la séptima constructora
Corsán-Corviam, la novena constructora por volumen de negocio, ya tiene dueño tras un largo y polémico proceso de venta. El ganador ha sido el grupo Isolux, que ofrece 325 millones. Sus rivales, Constructora San José y Somersen, se quedan sin su objetivo. La empresa resultante será la séptima del sector, con ventas de 1.500 millones y beneficios de 50 millones.
Casi seis meses después de ponerse en marcha un tortuoso proceso de venta, Isolux logró ayer la compra de Corsán-Corviam, la novena constructora del país por volumen de negocio.
El grupo de ingeniería y montajes industriales que preside Luis Delso pagará unos 325 millones de euros por cerca del 90% de la compañía, 5 millones más que la cifra ofrecida por San José, pero 25 millones menos que la incluida en la propuesta de la inmobiliaria andaluza Somersen.
Resuelta la venta-subasta, quedan, sin embargo, varias preguntas en el aire. En primer lugar, si seguirá el actual equipo directivo, encabezado por Carlos Puente. En segundo, si la integración tendrá algún impacto laboral, una posibilidad que no puede descartarse aunque ambas sociedades son muy complementarias. Tampoco ha trascendido la forma y plazos de pago de la operación.
El proceso formal de venta se abrió la pasada primavera y en él participaron cinco ofertantes: Isolux, San José, las constructoras Altec y Ploder y la alianza de las sociedades de capital riesgo Dinamia, 3i y MCH.
A la recta final, poco antes del verano, llegaron sólo dos tentativas, la de Isolux y la de Dinamia. En septiembre, sin embargo, fuera de los plazos prefijados a priori por el vendedor, irrumpía la propuesta de Somersen. Pero ahí no acababan las sorpresas, pocos días después, entraba de nuevo en liza Constructora San José.
La semana pasada, ante la informalidad del proceso, condicionado a su vez por los enfrentamientos entre las distintas familias propietarias de Corsán-Corviam, la alianza de las sociedades de capital riesgo se retiraba de la puja.
Con sólo tres ofertas sobre la mesa, la adjudicación se deliberó a lo largo de esta semana y el jueves se tomó la decisión tras alcanzarse un acuerdo el consejo de la constructora, controlado por las familias Corsini (a la que pertenece el ex presidente de Renfe), Julio Cavestany, Bernal y López Bosch.
El comprador es un grupo de ingeniería que desarrolla su actividad en la gestión de proyectos en los sectores de telecomunicaciones, energía construcción, industria, hidráulica, medio ambiente, sistemas de control, seguridad y servicios.
En 2003 obtuvo unos beneficios después de impuestos de 23,81 millones de euros y unos ingresos de 571,9 millones. La cartera de obra en curso, al cierre del año pasado, ascendía a 766,7 millones. Corsán facturó en 2003 un total de 655 millones de euros y ganó 24.
El movimiento de Isolux no pasará desapercibido en el sector, ya que puede provocar o acelerar el proceso de concentración entre las constructoras de mediano tamaño, muchas de las cuales tenían ya entre sus objetivos estratégicos a medio plazo la adquisición de otros grupos competidores o complementarios.
Una réplica de ACS a menor escala
La compra de Corsán-Corviam convierte a Isolux en el segundo grupo español de ingeniería aplicada, construcción y servicios, por detrás de ACS, y el primero de los no cotizados, con una facturación conjunta prevista al cierre del ejercicio de 2004 superior a los 1.500 millones, una cartera próxima a los 5.000 millones, una plantilla media entorno a 4.800 empleados y presencia en más de 36 países. El grupo de ingeniería aplicada y servicios opera en las áreas de energía, industria y medio ambiente, infraestructuras y telecomunicaciones. Actualmente su accionariado está compuesto por el equipo directivo, que controla el 85%, paquete que se concentra en manos del presidente Luis Delso, y el vicepresidente, José Gomis; Caja de Castilla La Mancha el 5%; Caja Navarra, el 5% y el Monte, 5%.