12 dólares menos en dos semanas
Cuando alguien sugiere que lo que dicen los mercados cada día puede no ser una verdad absoluta se le suele espetar que insinúa, así, que los mercados se equivocan, cuestionándole, de paso, si piensa que sabe más que los millones de personas que conforman el mercado. La subida del precio del petróleo hasta rozar los 52 dólares el barril de Brent puso los pelos de punta a numerosos economistas. Ahora, por el contrario, los mercados toman aire por cada dólar que se abarata el barril. Hasta 12 en poco más de dos semanas.
La evolución de los precios es algo que conviene relativizar. Un barril de crudo a 52 dólares es una noticia extremadamente preocupante. Pero cuando alcanzó esta cota, a finales de octubre, el mercado había entrado en una dinámica alcista -similar, por cierto, a la experimentada por Jazztel- que indicaba un movimiento fácilmente reversible, pues igualmente sencilla y rápida había sido la subida. Paralelamente, los 40 dólares a los que está ahora el barril no se pueden equiparar a los 40 dólares que se alcanzaron en junio o que se rozaron en mayo.
Entonces los 40 dólares eran un nivel extraordinario que tendería a bajar si mejoraban las condiciones. Sin embargo, la subida se agudizó con el tiempo. De esta forma, los 12 dólares que ha bajado el barril hacen menos verosímil un descenso a niveles por debajo de los 35. Tanto por la propia dinámica del mercado -sería una caída del 33%- como porque la subida anterior, si bien exagerada, se ha apoyado en fundamentos económicos.
No era razonable, por ejemplo, rehacer los presupuestos estatales teniendo en cuenta un petróleo a 50 dólares por barril. No por que no vaya a volver a ese nivel -nadie tiene una bola de crista- sino porque, dadas las condiciones bajo las que había llegado a ese nivel, había bastantes papeletas para que la tendencia se corrigiese y, por lo tanto, hubiese que reahcer los supuestos. Pero el problema, el del barril a 40 dólares, sigue ahí. nrodrigo@cincodias.es