La escalada de la vivienda remite
La ministra de la Vivienda, María Antonia Trujillo, aseguró ayer que el precio de la vivienda ya se está 'desacelerando', aunque no ofreció todavía el dato correspondiente al tercer trimestre del año, que se dará a conocer muy probablemente hoy. En espera de la información oficial, los profesionales del sector inmobiliario coinciden con el diagnóstico de la ministra y señalan que entre julio y septiembre los precios crecieron a un ritmo más moderado. Las estimaciones hablan de un aumento algo superior al 16% interanual, frente al 17,42% del segundo trimestre. De confirmarse, estaríamos ante una suave desaceleración, que sin duda será bienvenida.
Trujillo lleva meses explicando que la intención del Gobierno no es provocar un descenso de los precios inmobiliarios, sino mejorar el acceso de los ciudadanos a la vivienda. Pero a nadie escapa que el actual ritmo de subidas supone un obstáculo, a veces insalvable. La desaceleración que se observa en el dato interanual probablemente es mucho más pronunciada si la comparación se hace con el primer y segundo trimestres de este mismo año. Según el último informe de Tasaciones Inmobiliarias (Tinsa), del segundo trimestre, la subida intertrimestral en el mercado de vivienda nueva fue de sólo el 2,65%, mientras en vivienda usada se colocó en el 4,68%. Es decir, hay un segmento en el que la variación intertrimestral ya es negativa en términos reales (inferior a la inflación).
Puede que el mercado haya tocado techo y que la temida burbuja esté empezando a desinflarse poco a poco, al igual que está ocurriendo en Reino Unido. Allí, el enfriamiento ha venido forzado por sucesivos aumentos de los tipos de interés. Una herramienta que España no puede utilizar porque su política monetaria viene marcada por el BCE.
Todavía es pronto para hacer un diagnóstico definitivo sobre cómo evolucionará el mercado de la vivienda a medio plazo. Pero las señales son claramente alentadoras.