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Inmigración

Los 'agujeros' del reglamento de Extranjería

Ha sido la primera gran foto del diálogo social: el acuerdo entre Gobierno, empresarios y sindicatos sobre el reglamento de la Ley de Extranjería. Pero más allá de los focos que evidenciaron la satisfacción de todos por este pacto, los agentes implicados día a día en el asesoramiento de inmigrantes ven algunas sombras en lo acordado.

Algunas fuentes consultadas tanto del lado empresarial como sindical aseguran que si el proceso extraordinario de regularización previsto en el reglamento -que se desarrollará seguramente entre febrero y abril de 2005- no se vigila 'muy de cerca' desde la Administración, esta medida 'puede convertirse a través de las mafias en un coladero', asegura un responsable empresarial.

Aunque ninguno de los agentes implicados quiere reconocerlo en público, en privado la gran mayoría de los consultados admite que en los próximos meses aflorará la picaresca y las mafias para comerciar con contratos falsos de trabajo.

'Las mafias tratarán de vender contratos falsos a los inmigrantes'

Esta picaresca podría adoptar distintas formas, como la creación de una empresa o sociedad que no desempeñe ninguna actividad económica en la práctica, pero que servirá como tapadera para contratar inmigrantes a los que previamente se les habrá vendido el contrato. Otras fuentes temen que los inmigrantes que tengan algún negocio (hay 120.029 extranjeros dados de alta en el régimen de Autónomos de la Seguridad Social) puedan también vender contratos a sus conocidos o familiares.

'Para que la regularización salga bien, el Ministerio de Trabajo, que recibirá los contratos laborales de los inmigrantes que soliciten el permiso de trabajo y residencia, deberá cruzar los datos con el Ministerio de Justicia, del que depende el Registro Mercantil donde se da de alta una empresa al crearse', asegura un técnico de CC OO.

La secretaria de Estado de Inmigración y Emigración, Consuelo Rumí, advirtió recientemente que 'comprar contratos no servirá de nada' porque 'la Administración comprobará todos los datos y las empresas fantasmas no se podrán acoger a la regularización'.

Sin embargo, los asesores sindicales consultados desconfían de que el control de la Administración vaya a ser el necesario.

Algunos representantes de los trabajadores encuentran otros defectos en el reglamento de la Ley de Extranjería como por ejemplo el hecho de que la iniciativa de la regularización del inmigrante recaiga única y exclusivamente en el empresario 'lo que reducirá enormemente el número de beneficiarios del proceso'. Desde SOS Racismo se critica que una vía extraordinaria de regularización como la incluida en el reglamento supone una solución temporal, pero en dos o tres años podría volver a existir el mismo volumen de inmigrantes irregulares que existe en la actualidad. Desde las asociaciones de inmigrantes se reprocha al Gobierno que haya eliminado las sanciones a empresarios que tuvieran inmigrantes sin papeles trabajando y decidan regularizarlos.

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