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Lealtad, 1
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

El necesario cambio de tercio económico

La tarea pendiente de George Bush como nuevo presidente de Estados Unidos abarca muchos frentes bien distintos. Y uno de los más importantes es el económico, el que compete a los inversores. En este sentido, el gabinete que se nombre a partir del mes de enero tendrá que enfrentarse a una disyuntiva entre tres malas opciones; o bien no cumple la promesa de hacer permanentes las rebajas de impuestos, o bien recorta el gasto público de forma drástica con el consiguiente efecto sobre la economía o bien mantiene la política presupuestaria actual durante otros cuatro años.

Esta última opción es la más sencilla -a priori- en términos políticos pero que económicamente resulta cercana al suicidio. No pocos analistas comentan que el mercado -en un sentido amplio- sólo a Estados Unidos se le permite un desequilibrio fiscal como el existente sin que medie, siquiera, el más leve propósito de enmienda.

La lógica impondría un cambio de tercio en la agenda económica, puesto que mantener la actual es hipotecar el crecimiento futuro. La casuística política, por el contrario, dice que los déficit presupuestarios no suelen costar votos y que, en la mayor parte de los casos suelen representar una ayuda para los gobernantes de cara a la reelección.

Ocurre en este caso que el presupuesto ya se ha exprimido. Las proyecciones de déficit en caso de mantener los recortes de impuestos actualmente en vigor son mareantes, hasta el punto de que, además de económicamente, políticamente al nuevo Ejecutivo no le convenga optar por la vía del dispendio.

En todo caso, si lo hace se reservará, lógicamente, para los dos últimos años de legislatura. Con lo cual tendrá que hacer los deberes en la primera mitad del ciclo electoral para poder, después, soltar lastre presupuestario. Estados Unidos, probablemente, se tenga que apretar el cinturón a partir del mes de enero. Y algunos analistas apuntan que, para compensar el enfriamiento derivado de esta medida, podrían bajarse tipos hacia el final de 2005.

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