Nervios y expectación en Wall Street
Las Bolsas acogieron ayer con nerviosismo una de las jornadas electorales más reñidas de la historia de Estados Unidos.
Las Bolsas acogieron ayer con nerviosismo una de las jornadas electorales más reñidas de la historia de Estados Unidos. Los principales índices de EE UU abrieron con fuertes ganancias, en previsión de un claro ganador, que se esfumaron en el último tramo de la sesión. Las malas noticias procedentes de empresas como Merck y United Technologies pesaron al final tanto como las expectativas sobre los comicios.
'Lo peor que nos podemos temer es un resultado poco claro', comentaba ayer David Burns, director general para España de Schroders. Ese temor ha sido una constante en las últimas semanas. Analistas e inversores no han olvidado lo sucedido en las elecciones de hace cuatro años, cuando el ganador se decidió en los tribunales. Toda la incertidumbre hasta que se conoció el nombre del nuevo presidente se trasladó entonces a la Bolsa, lo cual es de todo menos bueno para los inversores. Julian Callow, economista jefe de Barclays Capital, se hacía eco ayer en un informe de ese temor. 'Lo ajustado del resultado implica un considerable riesgo de incertidumbre, prolongada aún más allá que en 2000'.
Wall Street inició el día apostando por el escenario más amable para las Bolsas. Tanto Dow Jones como Nasdaq ganaban cerca del 1% en las primeras horas. Pero pronto se impuso la prudencia. Los inversores aprovecharon para hacer caja. El Dow Jones empezó a caer en cuanto tocó la cota de 10.100 puntos y cerró con un descenso del 0,19%. El Nasdaq mantuvo el tipo y ganó un 0,25%. El S&P 500 también cerró en positivo, un 0,01%.
La elección del sustituto de Greenspan al frente de la Reserva Federal representará el mayor impacto directo que las elecciones tendrán sobre los mercados financieros, según algunos analistas
Los expertos conservaban su optimismo. 'Una vez pasadas las elecciones ya no habrá excusas para dudar y el escenario será positivo para la renta variable', afirmaba ayer a la agencia Bloomberg el ejecutivo de una sociedad de Bolsas estadounidense. El resultado de las elecciones ha sido hasta ahora uno de los factores de mayor incertidumbre para las Bolsas. Los analistas creen que hoy debería ser el día del rebote en el mercado, una vez conocido el resultado. Cada vez cunde más la idea, no obstante, de que gane Bush o gane Kerry, las políticas económicas no van a diferir mucho, y los bolsistas aprovecharán las vacilaciones del mercado para sacar provecho.
Simon Laing, gestor de carteras de Newton, filial de Mellon Global Investments, apostaba en un informe por una victoria ajustada de Bush. 'Pero gane quien gane creo que dada la gran cantidad de cuestiones problemáticas a que se enfrenta, el ganador durará solamente un único mandato', decía. El próximo mandato es un cáliz tan venenoso como pueda pensarse'. El déficit público del país pesa como una losa, aunque hay quien opina que la economía es flexible como para sanear las cuentas en no mucho tiempo. En general, analistas y gestores han apostado por Bush. Tradicionalmente se tiende a pensar que las políticas republicanas son mejores para la Bolsa que las demócratas, volcadas en el gasto público. Pero el aumento en la partida de defensa que promete Bush echa por tierra la teoría.
'El próximo presidente tendrá que elegir al sustituto de Greenspan al frente de la Reserva Federal. Este será el mayor impacto directo de las elecciones sobre los mercados financieros', sostienen en Schroders. 'Pero la decisión no se tomará hasta finales de 2005'.