'El temor es que la inmigración sea insuficiente'
Puyol, uno de los demógrafos de más prestigio en España, lamenta que no haya suficiente conciencia de los problemas que la evolución demográfica provocará a medio plazo en el mercado laboral y en las pensiones
Tenemos la obligación de mirar a a largo plazo', asegura el demógrafo Rafael Puyol. En su opinión, las incógnitas más importantes son si España recibirá en el futuro una inmigración suficiente para resolver los problemas del mercado laboral y si las mujeres harán el 'sobreesfuerzo reproductivo' necesario para paliar un proceso de envejecimiento que parece 'inexorable'.
Pregunta ¿Le parece un buen comienzo la prevista regularización de los inmigrantes que trabajan ilegalmente en España?
'Dentro de poco habrá una escasez de jóvenes en el mercado laboral. Les será más fácil encontrar empleo'
Respuesta Desde luego, todos los procesos que tiendan a que los inmigrantes estén lo más legalmente posible son adecuados y buenos para la necesaria integración. Cada vez vamos a necesitar más inmigrantes y cuantos más haya en situación de legalidad, mejor.
P De acuerdo con las previsiones del INE, el grupo de edad de 65 años o más duplicará su peso y será del 30,8% en 2050. ¿Cree que la llegada de inmigrantes va a detener de forma efectiva este proceso de envejecimiento?
R Lo más que hará será mitigarlo. Nunca detenerlo. Da la impresión de que este proceso es inexorable. ¿Qué pasará cuando se acaben los mecanismos internos de abastecimiento del mercado laboral? Aún cuando se baje la tasa de paro al 4%, elevemos la edad de jubilación y estemos en porcentajes de presencia de la mujer en el mercado de trabajo semejantes a los de otros países europeos seguirán faltando trabajadores. La inmigración va a seguir siendo imprescindible.
P En los tres últimos años la llegada de inmigrantes desbordó todas las previsiones, pero el INE detecta ya cierta disminución del número de inmigrantes empadronados... ¿Y si dejan de venir a España?
R Esa es la gran incógnita. El problema a medio plazo es que no recibamos el número de inmigrantes suficiente para abastecer nuestro mercado de trabajo. Hay que tener en cuenta que las fuentes de abastecimiento de nuestra mano de obra también experimentan evoluciones demográficas muy rápidas. Marruecos ha pasado de tener una tasa de fecundidad de siete hijos por mujer a la mitad, también está cayendo la natalidad en Latinoamérica. No está claro que podamos sostener en el futuro una inmigración suficiente.
P El inmigrante entra por la parte de abajo del mercado laboral, en los trabajos que ya no quieren los españoles. Pero ¿cuándo veremos a un inmigrante en el consejo de administración de una empresa?
R Sí, sí, eso se verá y será un signo de que esa población se ha integrado en la vida económica y social del país. Un consejo de administración quizá es un ejemplo extremo, pero inmigrantes en puestos de cierta capacitación profesional lo veremos en, muchos casos, en dos generaciones. Hace 10 años había 50.000 hijos de inmigrantes en las escuelas españolas. Hoy ya son 500.000 y muchos llegarán a la universidad. Eso necesariamente tiene que repercutir en un ascenso en la escala social. Lo que está ocurriendo hoy es que independientemente de su nivel de preparación o cualificación, los inmigrantes ocupan el nivel más bajo en la escala laboral. Personas con título universitario están cuidando niños o ancianos o trabajando como camareros.
P También hay jóvenes universitarios españoles en puestos muy por debajo de su cualificación. Personas con formación superior que el mercado ajusta a la baja...
R Sí, pero cada vez menos. En los últimos años esto se está corrigiendo muy rápidamente. Los niveles de desempleo de la población joven están disminuyendo y cada vez hay más personas que encuentran un empleo más acorde con su capacitación profesional. En el futuro también se corregirá con los inmigrantes. Tenemos calculado que en 2010 el número de universitarios puede estar por debajo del millón, frente a 1,6 millones de hace dos o tres años. El volumen de personas que entra en la universidad está disminuyendo y lo que va a haber es una escasez de jóvenes en el mercado laboral. Los ciclos de formación no serán tan largos. Cuando un chico termine su carrera y se plantee si seguir sus estudios o entrar en el mundo laboral, se va a encontrar que el mercado va a ofrecerle puestos en mucha mayor proporción que ahora.
Hacia un 'sobreesfuerzo reproductivo'
La evolución demográfica traerá problemas, pero también soluciones. Rafael Puyol señala que 'las mayores posibilidades que van a tener los jóvenes en el futuro para acceder al mercado laboral tendría que repercutir sobre una recuperación de los índices de nupcialidad y natalidad'. 'Si los jóvenes tienen trabajo antes probablemente se tengan hijos más temprano, con lo que repuntará la fecundidad'. El problema es que para que eso ocurra hay que convencer a las mujeres de que tengan más hijos. 'A corto plazo vamos a exigir a las mujeres dos cosas: que se incorporen al mercado laboral con mucha más intensidad, pero al mismo tiempo que tengan más hijos. Las mujeres van a tener que hacer un sobreesfuerzo reproductivo, porque cada vez entran generaciones mucho menores'. En su opinión, las empresas hacen poco por la flexibilidad laboral y por facilitar que se compatibilice vida familiar y laboral. 'Es necesario un buen desarrollo de la ley de conciliación de la vida familiar y laboral', insiste el demógrafo, que subraya que las pensiones serán un grave problema de la sociedad española a medio y largo plazo. 'La situación de los cotizantes ha mejorado mucho y las cosas se ven con más optimismo que antes, pero ¿qué pasará a medio plazo?', advierte.