'El plan de infraestructuras debe pactarse con la oposición'
Consciente de que los recursos públicos no permiten fuertes aumentos de la inversión en infraestructuras, el presidente de Seopan propone crear un programa de actuaciones estable, basado en el consenso de PSOE y PP, y una mayor implicación del capital privado
Ingeniero de Caminos de profesión, Enrique de Aldama (Madrid, 1933) ha estado siempre ligado al mundo de la construcción y ha defendido el papel del sector como motor de la actividad española. Por ello, censura a quienes denuestan el modelo de crecimiento actual y 'critican gratuitamente nuestro negocio'. En la actualidad compatibiliza la presidencia de la patronal Seopan con la de la Comisión Especial para el Fomento de la Transparencia y Seguridad de los Mercados Financieros y las Sociedades Cotizadas.
Pregunta ¿Qué balance hace, como máximo responsable de Seopan, del crecimiento de los últimos años?
Respuesta La verdad es que desde 1996 se ha producido un salto cualitativo muy importante. La construcción ha sido, sin duda, uno de los motores que ha impulsado el fuerte crecimiento de la economía. Por ejemplo, en vivienda se ha pasado de edificar 300.000 casas, a 622.000 en 2003. En inversión pública hemos pasado de 5.000 millones de euros en 1995 en los Ministerios de Medio Ambiente y Fomento a unos 18.000 millones en 2003. ¿Estamos ahora más o menos contentos? Desde esta casa nos hemos sentido a veces maltratados y de hecho nuestras empresas han perdido del orden de 10 puntos de cuota de mercado y todavía siguen saliendo noticias que reclaman que se reparta más el negocio.
'El sector quiere desarrollar grandes obras por valor de unos 3.000 millones anuales sin impacto presupuestario'
'Desde esta casa no siempre nos hemos sentido bien tratados; nuestras empresas han perdido cuota de mercado'
P El nuevo equipo del Ministerio de Fomento ha criticado que el anterior plan de infraestructuras era más un programa virtual que un conjunto concreto de actuaciones. ¿Desde el sector se tuvo la misma impresión?
R Un plan se puede entender de muchas maneras. Yo entiendo que lo que tenía el Gobierno anterior era un programa de actuaciones y que, en cambio, lo que está tratando de abordar la nueva ministra, Magdalena Álvarez, es hacer un plan estratégico de todos los sistemas de transporte que entiende que necesita el país. Y yo la posición que recomiendo siempre es que debería ser un plan que estuviera consensuado con el principal partido de la oposición, que es quien tiene más opciones de gobernar, junto con el PSOE. De tal forma, que lo que se hiciera es que cada Gobierno, al llegar al poder, cogiera de ese plan la parte que considere más prioritaria. Es decir, que sepamos los españoles cuáles son las autovías, autopistas, líneas de ferrocarril que se van a construir; debe hacerse de una manera intemporal y luego lo único que exista es concreción en el calendario, qué programas de actuación cuatrienales se van a desarrollar a partir de ese gran plan. España debe tener un plan de infraestructuras, pero que no sea del PSOE, sino del país, consensuándolo también con las regiones y los partidos nacionalistas y como parece que ésa es la intención de la ministra, me parece positiva.
P ¿Qué valoración hace de los presupuestos para 2005?
R El Gobierno ha hecho un esfuerzo de crecimiento, pero el análisis de las cuentas demuestra que los presupuestos dan para poco más. El problema es que parece difícil que la inversión en infraestructuras vaya a aumentar en el futuro porque la situación es la que es, los gastos sociales pesan cada vez más y, sin embargo, nosotros creemos que hay que seguir aumentando ese gasto.
P ¿La solución pasa entonces por contar con la iniciativa privada?
R Efectivamente. Desde la CEOE estamos planteando un plan de actuaciones de infraestructuras financiado por el sector privado, con la que podría llamarse financiación extrapresupuestaria. Estaríamos hablando de un programa de actuaciones concretas que podrían ser realizadas por el sector privado valorado en unos 3.000 millones de euros anuales que entregaremos al Gobierno este mes de noviembre.
'La vivienda da 18.000 millones al año al fisco'
Al hablar de la fortaleza que aún mantiene el sector de la construcción es inevitable mencionar el boom inmobiliario. Enrique Aldama critica que este debate se esté abordando de forma muy simplista.¿Ha llegado ya el deseado aterrizaje suave o, como auguran algunos organismos, sigue habiendo riesgo de que pinche la burbuja?Yo creo que lo que está ocurriendo se puede resumir en que antes se vendían las viviendas sobre plano y en cuatro meses, mientras que ahora pueden tardar hasta año y medio. Todo el problema se aborda de manera simplista, cuando la pregunta clave es por qué se han hecho tantas casas. Es evidente que porque el mercado las demandaba. Lo grave es que entretanto no se hizo nada en materia de suelo. Lo que nadie discute a estas alturas es que se ha producido un aumento de la demanda, que se ha traducido en un incremento de costes. Yo no creo que exista burbuja.¿Cómo cree que hay que abordar esta situación sin perjudicar a la actividad productiva? ¿Tiene que intervenir la Administración?Desde luego nunca enfriando la demanda, que es un disparate, sino aumentando la oferta, que es como funciona el mercado. Si ahora los pisos se abarataran un 25%, se produciría lo que en economía llamamos un empobrecimiento general del país. Y hay estudios que sostienen que cuando eso ocurre, disminuye el consumo, lo que sería una auténtica tragedia. Lo único que se debe hacer es crear más suelo y resolver la financiación local. Además, no olvidemos la fiscalidad. Con 600.000 casas iniciadas, la Administración recauda entre 15.000 y 18.000 millones.