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Normativa

Bonos ligados a la inflación, un puerto seguro en tiempos difíciles

La advertencia ya está hecha: 'Si hay un riesgo seguro para los próximos meses y sobre el que los inversores prudentes deberían estar preocupados, ese es el de la inflación'. Lo dice Leif Bjurstroem, gestor del fondo DWS Inflation Protect, de Deutsche Bank, que ha acudido esta semana a Madrid para apadrinar el lanzamiento en España y Portugal de este nuevo producto. La clave de estos bonos es que el valor nominal está ligado a la inflación, así que el principal aumenta según crece el IPC. Lo mismo ocurre con el cupón, ya que es un porcentaje fijo del principal.

Se trata de un mercado en expansión, con un volumen global de 520.000 millones de euros, del que un 42% son bonos emitidos en dólares. En España es un producto que casi está echando a andar. De hecho, con DWS son seis las compañías que comercializan estos bonos: Credit Suisse, Dexia, Capital at Work, BNP Paribas y Schroders. 'Es un producto novedoso, con poco track record y cuya característica fundamental es que es una alternativa para los inversores que no se quieren preocupar por lo que va a pasar con la inflación', explican desde Capital at Work.

Con las cifras macroeconómicas más recientes, podría parecer a priori que no hay riesgo de inflación. Pese a que el precio del barril de crudo Brent, el de referencia en Europa, ha subido más del 60% en el año, los precios del consumo están bajo control. El IPC en EE UU refleja un crecimiento interanual del 2,5% en septiembre, frente al 2,7% de agosto. En el caso de la zona euro, el IPC armonizado creció en septiembre un 2,1% en doce meses, frente al 2,3% de agosto.

Pero Bjurstroem avisa: 'El traslado de los costes crecientes a precios suele tener un decalaje de seis a doce meses'. Luis Megías, director de producto de DWS Investments, recuerda también que anticiparse es crucial a la hora de invertir. 'Si acudes a bonos ligados a inflación cuando los datos de IPC ya se han materializado, entonces es que ya has llegado tarde'.

La filosofía que los gestores de estos fondos defienden es que, ante la falta de dirección de los bonos y de la renta fija tradicionales, los productos vinculados a la inflación constituyen una buena alternativa y un factor de diversificación de las carteras de renta fija, algo necesario en momentos de incertidumbre. El propio director del Fondo Monetario Internacional (FMI), Rodrigo Rato, reconoció esta semana que se está produciendo un aumento claro de los riesgos macroeconómicos para 2005.

Los expertos también advierten de que 'se trata de un producto complejo y en el que lo adecuado es estar a largo plazo. Nuestra recomendación a los clientes es una permanencia mínima de dos a tres años', afirman los gestores de Dexia Asset Management. 'A largo plazo es más interesante que estar en un bono tradicional, porque la inflación siempre irá hacia arriba y la prima de la inflación te puede compensar las subidas de los tipos de interés', señalan desde Dexia.

Aunque los especialistas reconocen que las débiles expectativas de inflación juegan en contra de estos bonos de cara a 2005, también es cierto que la expectativa de que el Gobierno alemán lance el año que viene una emisión de bonos vinculados a la inflación animará y tirará hacia arriba del mercado.

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