Rodin, el mazazo a la escultura
Rodin y la revolución de la escultura parece una exposición sobre Rodin (1840-1917), pero no lo es. Al menos, no sólo eso. La muestra, organizada por la Fundación La Caixa en Barcelona, pone a disposición del visitante 105 piezas, de las que 48 pertenecen al artista francés que revolucionó la escultura y las 57 restantes, a una treintena de escultores que colaboraron en su taller, que lo consideraron su maestro o que, simplemente, fueron influidos por su obra. Entre ellos figuran Picasso, Brancusi, Giacometti, Matisse, Archipenko o Chillida. Aún así, la exposición es una de las más completas que se ha realizado sobre el artista en España.
Rodin está considerado como el iniciador de una revolución que cambió la escultura en el siglo pasado. El escultor francés de origen ruso Zadkine dijo de él que dio 'un mazazo liberador contra la muralla que ahogaba poco a poco la amenazada vida de la escultura'.
Formado al margen de la enseñanza oficial (suspendió tres veces el examen de acceso a la escuela de Bellas Artes), comenzó a interesarse por la expresión bajo la influencia de Miguel Ángel y a partir de 1880 giró sus ojos a la antigüedad.
Alrededor de 1895 empezó a conceder categoría de obra terminada a figuras parciales. De hecho, dos de sus esculturas más famosas, El pensador y El beso, fueron creadas para formar parte de La puerta del Infierno, una monumental puerta que debía formar parte del museo de las artes decorativas de París, que nunca llegó a inaugurarse. Rodin recibió el encargo en 1880 y debía ornamentarla con bajorrelieves inspirados en la Divina comedia de Dante. Dedicó un año a hacer dibujos y estuvo hasta 1890 elaborando independientemente las esculturas que luego incluiría en el grupo que pasaría a formar parte de la puerta. La figura de El pensador domina la parte alta de la composición, pero El beso no llegó a figurar entre las escogidas.
La muestra permanecerá abierta hasta el próximo 27 de febrero en el edificio de CaixaForum en Barcelona (Marqués de Comillas, 6-8).