La nueva contabilidad dificultará el control de los bancos por las cajas
Las cajas tendrán a partir del 1 de enero mayores dificultades para consolidar sus participaciones bancarias, sobre todo, si éstas no son estratégicas, caso de La Caixa, con su participación del 15% en el Sabadell.
Una gran parte de las entidades financieras que han realizado proyecciones de sus cuentas de resultados aplicando en lo posible las nuevas normas de contabilidad (NIC), aseguran que su beneficio final apenas sufrirá variaciones respecto a lo obtenido con las actuales reglas de contabilidad. Aunque, todavía todo está en el aire, a la espera de la redacción final de la circular del Banco de España que adaptará estas NIC a la normativa nacional, algo que se hará en las próximas semanas.
Pero el Banco de España pretende que la aplicación de las NIC se haga de forma paulatina. Algo lógico, ya que se pretende evitar un descalabro bursátil. Lo que parece estar más claro es la dificultad que tendrán las cajas para controlar nuevas participaciones bancarias.
Desde hace años ha existido un pacto no escrito entre el sector y el Banco de España por el cual las cajas no pueden tener consejeros en los bancos en los que tienen participaciones. Las excepciones son Bancaja con el Banco de Valencia o Caixanova con el Banco Gallego. La razón de estas excepciones es el tiempo en el que estas cajas efectuaron estas compras.
Los expertos creen que La Caixa no podrá consolidar su participación del 15% en el Sabadell
Y es que al Banco de España no le gusta que las cajas controlen una parte de su competencia, los bancos.
Las cajas podían hasta ahora consolidar estas participaciones bancarias por puesta en equivalencia si controlaban más del 3% del capital del banco, si éste cotiza, si no el porcentaje subía al 20%.
Esto justificaba en parte el interés de las cajas por entrar en el capital de los bancos. Pero con las nuevas normas de contabilidad se dificultará un poco más la toma de control de los bancos por parte de las cajas de ahorro, ya que al no poder estar sentadas en sus consejos de administración no podrán alegar que tienen una presencia significativa en ello.
No en vano, este es uno de los principales criterios para poder consolidar una participación por puesta en equivalencia a partir del 1 de enero. Aunque también influirá el tiempo de permanencia y otras variables establecidas por el Banco de España en su circular, además de analizarse caso por caso.
Por ello, a partir de ahora será más complicado que una caja se interese por entrar en un banco, ya que sólo podrá apuntarse en la cuenta de resultados el dividendo que le aporte dicha participación.
Caso distinto son las participaciones más o menos históricas que se posean por un banco, ya que aquí se podría argumentar una influencia significativa por derechos adquiridos por tiempo de permanencia.
Pero si una caja considera su participación bancaria financiera será imposible su consolidación. De ahí que el mercado entienda que la aplicación de estos principios dejará fuera de consolidación participaciones tan relevantes como la que tiene La Caixa en Banco Sabadell, banco en el que posee el 14,75%, no tiene consejos y la considera no estratégica.
El Banco de España, además, pretende que a medio se tome como medida de consolidación el control del 20% del capital en una sociedad, aunque tenga influencia significativa con un porcentaje menor.
Igualdad europea para la aplicación de la normativa de Basilea II
El Comité de Supervisores Bancarios Europeos (CEBS) propondrá a la Comisión que permita la menor discrecionalidad posible en la aplicación de la normativa relativa a los nuevos requisitos de Basilea II, que regulará la solvencia de las entidades. El CEBS, presidido por José María Roldán, señaló que es prioritario que se aplique de manera uniforme y también que se converja lo más posible en las prácticas supervisoras. Esta fue la principal conclusión tras la primera reunión del grupo consultivo en el que estarán representados participantes en los mercados y usuarios finales. Por parte española, el representante será el director general de la Confederación Española de Cajas de Ahorro (CECA), José María Méndez.
Estados Unidos no exigirá correcciones a las cuentas de la banca con las NIC
Uno de los objetivos de las nuevas normas de contabilidad es la homologeneización europea de las distintas reglas existentes al respecto, objetivo que también se pretende alcanzar con Estados Unidos. La cada vez mayor presencia de las empresas europeas en los mercados americanos es lo que provocó la apertura de este debate, que ha desembocado en las NIC. Por ello, la SEC, equivalente a la CNMV, admitirá estas nuevas normas de contabilidad sin que las entidades tengan que realizar correcciones en sus cuentas al presentarlas en este país, a pesar de que algunas exigencias contables de las NIC difieren aún de la normativa estadounidense. Los ajustes que realizará la banca española en 2005 sobre las cuentas del 2004 se llevarán a reservas.
Las provisiones como capital
Las provisiones estadísticas, conocidas como Foncei, computarán como recursos propios, aunque de segunda categoría, es decir, como Tier II (lo mismo que la deuda subordinada). Eso es al menos lo que defiende en estos momentos el Banco de España ante las entidades financieras, que han reclamado a la autoridad supervisora, que aprovechando la entrada en vigor de las NIC, se suavizase las exigencias de provisiones. Pero la solución dada por la autoridad supervisora no llega a convencer del todo a los bancos, aseguran fuentes del sector. El Banco de España ha decidido unir las provisiones estadísticas, sólo existentes en España, con las genéricas (incompatibles con las NIC), lo que permitirá aminorar el ritmo de dotaciones. La nueva provisión, que incluirá los más de 6.000 millones acumulados en el Foncei, computará como capital de segunda categoría, pero con límites.