General Motors eliminará unos 600 empleos en su planta de Figueruelas
General Motors confirma los peores pronósticos. El mayor fabricante de coches se ha cansado de cosechar pérdidas en Europa y ayer anunció un plan de cirugía que se llevará por delante 12.000 empleos en el continente con la intención de ahorrar 500 millones de euros anuales. La planta de Figueruelas no se salvará del recorte, según los sindicatos y el Gobierno de Aragón, que cifran los despidos en unas 600 personas.
La filial española de GM, por el contrario, rehusó ayer confirmar recorte y se limitó a asegurar que cada una de las 11 plantas de General Motors en Europa tiene asignado un plan de eficacia y que van a iniciar de inmediato una consulta y la negociación con los representantes de los trabajadores 'para ver de qué manera se pueden conseguir los objetivos'.
GM no ha logrado beneficio alguno en Europa desde 1999, lapso en el que se ha dejado 2.440 millones de euros. El bajo crecimiento de las ventas -en Alemania han perdido siete puntos de cuota en 10 años, hasta quedarse en el 10,7%-, unido al estrechamiento de los márgenes debido a la competencia ha lastrado la rentabilidad de tal forma que han hecho inútiles los esfuerzos de la anterior reestructuración, iniciada a principios de la década bajo el nombre de Olympia.
Esta vez, el recorte va a ser mucho mayor. La empresa eliminará en dos años uno de cada cinco de los 62.000 puestos de trabajo que mantiene GM en Europa. El 90% de estos despidos se efectuará en 2005. Las medidas previstas por este programa de saneamiento 'afectarán especialmente a Alemania', según el comunicado de la compañía. La dirección de GM ha avisado en repetidas ocasiones que los costes de las cuatro plantas en el país centroeuropeo eran demasiado altos. Esta circunstancia le ha costado unos 10.000 empleos.
El tijeretazo supondrá una reducción anual de la producción en 200.000 unidades en Europa como un paso más para lograr la buscada reducción de costes de 500 millones. Para ello, se confía además en el adelgazamiento de los costes estructurales. La dirección también prestará atención al apartado de compras. Las áreas más afectadas serán, de esta forma, las de producción e ingeniería. El presidente en Europa, Fritz Henderson, no descartó ayer sin embargo que a medio plazo se pueda cerrar alguna factoría en Europa.
Además, la compañía informó de que se van a evitar redundancias en la coordinación y el reparto en cuanto al desarrollo de productos entre los centros de Suecia, Gran Bretaña y Alemania. Por ello, el centro internacional de desarrollo técnico en la sede germana de Rüsselsheim y el centro técnico de desarrollo de Saab en Trollhattan serán integrados completamente en la organización de desarrollo de General Motors.
Estos recortes no suponen la paralización de nuevos proyectos. GM mantiene los planes de producción y lanzamiento de modelos como el Opel Astra GTC, el nuevo monovolumen Zafira y la versión familiar Saab 9-3, además de un turismo cross over para el ocio, el sucesor del Opel Corsa y un descapotable biplaza tipo roadster en 2006.
A quien sí le parece haber llegado el turno de estrecharse el cinturón es a Figueruelas, la planta que el propio Henderson calificó de 'joya de la corona' durante su visita a España en septiembre. El Gobierno de Aragón ayer dio por hechos los ajustes en Figueruelas, donde se fabrica el Corsa y el Meriva. El presidente autonómico, Marcelino Iglesias, aseguró que el Ejecutivo autonómico 'hará lo posible por minimizar los efectos' de la medida. El consejero de Economía, Hacienda y Empleo, Eduardo Bandrés, afirmó que este recorte no afectará al resto del sector en Aragón porque se mantiene 'intacta' la 'capacidad productiva'. El Ejecutivo regional se reunirá con la empresa el próximo lunes
El presidente del comité de empresa, Juan Carlos Sánchez, y el secretario Carlos Guerrero aseguraron ayer que los planes de GM de recortar la producción en Figueruelas -fundamentalmente la del Corsa- provocarán la reducción en un 7% de la plantilla. Los delegados del personal asistirán hoy al comité europeo del grupo, en el que se intentará alcanzar 'un acuerdo marco general a nivel europeo' para los trabajadores.
Dudas en torno a GM
La automoción no funciona en el mayor fabricante de coches. La división perdió 105 millones en el mundo. En Europa, el déficit fue de 236 millones.Esta circunstancia ha llevado a S&P a rebajar la calificación a BBB-, a un nivel de ser bono basura.
Mediocre resultado y rebaja de 'rating'
General Motors tampoco encontró consuelo ayer en las cuentas trimestrales. El consorcio anunció un beneficio en el tercer trimestre del ejercicio de 440 millones de dólares (358,6 millones de euros), o 78 centavos por acción, frente a los 96 centavos por título que esperaban los analistas. Estas ganancias suponen un repunte del 3,5% con respecto al mismo periodo de 2003.Pero más que la leve mejoría del resultado, lo que más preocupa a los analistas es la forma en que se ha conseguido. El grupo que preside Rick Wagoner perdió 130 millones de dólares en el trimestre en el negocio central de venta de coches. Hace un año los números negros fueron exiguos (apenas 34 millones de dólares) pero se logró evitar el color rojo.Este mal resultado se debe, en gran medida, a las cada vez más abultadas pérdidas en Europa, que totalizaron 236 millones de dólares frente a los 136 millones en 2003. Su principal mercado, Norte América, fue mejor, pero no bien. Esta división perdió 22 millones de dólares. Hace un año ganó 128 millones. Las operaciones en la unidad de automóviles mejoró en las divisiones de Latinoamérica, África y Oriente Próximo, pero la de Asia y el Pacífico tuvo menores beneficios. La tabla de salvación la proporcionó otra vez el negocio financiero. GMAC obtuvo un beneficio de 656 millones de dólares, el 4,1% más.Estos resultados provocaron ayer la reacción de Standard & Poor's. La agencia dejó el rating de GM en BBB-, a un paso de la consideración de bono basura. La razón, las 'dudas de la capacidad de generación de beneficio' de la división de automoción.
Inquietud en Europa por los recortes
Los drásticos planes de General Motors han sembrado la inquietud por los países afectados. El Gobierno alemán, país en el que se producirán 10.000 de los despidos previstos, intervino ayer para apaciguar el malestar. Su ministro de Economía y Trabajo, Wolfgang Clement, apeló al entendimiento entre dirección y plantilla para 'evitar cierres'. El Gobierno y los estados federales recalcaron que no habrá dinero público para salvar empleos.La inquietud también cundió en Bélgica. La planta de Opel en Amberes perderá a 300 de sus empleados temporales, según fuentes sindicales.En Suecia, sede histórica de la marca Saab, tienen el corazón en un puño desde hace tiempo. El vicepresidente Bob Lutz aseguró recientemente que 'no hay ningún motivo por el que los coches de la marca se tengan que fabricar en Suecia', lo que conllevaría la deslocalización. Los sindicatos prevén que, por ahora, se pierdan 500 empleos en Trollhättan. GM cuenta en Europa con las marcas Opel/ Vauxhall, Saab, Daewoo/ Chevrolet y Cadillac.