La mancha del crudo
Los efectos de la escalada del precio del petróleo siguen goteando sobre los consumidores. Al imparable encarecimiento de gasolinas y gasóleos, se une ahora el de los billetes de avión. Iberia anunció el pasado martes que sube sus tarifas entre cinco y quince euros. Una decisión que fue inmediatamente secundada, ayer mismo, por Air Europa y Spanair. Además, las aerolíneas españolas no son una excepción. La mayoría de las europeas también ha emprendido el mismo camino. Esta reacción empresarial ante la subida del crudo se está mezclando con protestas de múltiples sectores (con los transportistas y los agricultores a la cabeza), que reclaman ayudas urgentes. Un clamor que empieza a recorrer Europa y que ha obligado a mover ficha a Gobiernos como el francés y el español. De momento, los responsables económicos europeos están tratando con suma cautela y tranquilidad el innegable problema. Una respuesta que se antoja suficiente para atajar una herida. El peligro es que se convierta en hemorragia y que sólo haya tiritas disponibles para contenerla.