Abbey reparte dividendo antes de pedir a los accionistas el sí a Botín
La compra del Abbey por parte del Santander parece cosa hecha. Los analistas predicen, salvo sorpresa de última hora, el respaldo de los accionistas del banco británico a la operación en la junta extraordinaria de mañana. Hace unos días el Abbey premió a su accionariado con un dividendo anunciado el mismo día que se difundió la opa.
La suerte ya está echada. Cuando la plana mayor de Abbey tome asiento en la junta extraordinaria de accionistas convocada para mañana en el centro de congresos londinense de Wembley, llevará en su bolsillo el resultado de la votación de la opa del Santander sobre el sexto banco del Reino Unido.
Los votos delegados recibidos ayer, día en que expiraba el plazo para enviarlos, 'representan la mayoría del accionariado del banco', informó un portavoz del Abbey. Si estos accionistas, en su mayoría los grandes inversores institucionales del banco -que ya han dejado atrás iniciales reticencias-, han votado a favor de la operación, la junta representará poco más que una plataforma para ventilar las opiniones de los 1.000 pequeños accionistas que se calcula asistirán al acto. Abbey cuenta con 1,8 millones de accionistas particulares.
El banco hipotecario tiene previsto anunciar los resultados de la votación mañana a última hora de la tarde, aunque todo depende de cuánto se alargue la reunión. Hay precedentes históricos: en 1989 el banco TSB provocó las iras de los accionistas con la compra del banco de inversión Hill Samuel. La junta duró siete horas y acabó en rebelión. Pese a ello la opa se aprobó por cómoda mayoría porque TSB contaba con los votos delegados de los inversores institucionales. Dos años después, las pérdidas de Hill Samuel amenazaron con la ruina a TSB y éste acabó en manos de Lloyds.
En la junta del Abbey mañana habrá dos vueltas en la votación. La primera deberá ser aprobada por al menos el 50% de los accionistas. En la segunda se aprobarán los cambios técnicos necesarios para la operación y se exigirá el sí de al menos el 75% del capital presente y representado, informa Europa Press.
Los accionistas recibieron el pasado día 4 -diez días antes de la cita en la que el banco les reclama el apoyo para la operación con el Santander- un dividendo a cuenta de 8,33 peniques (12,5 céntimos) por acción, igual que el año pasado. Lo había anunciado el mismo día que difundió la opa del Santander.
El grupo español confía en poder ejecutar con éxito la operación. Y en el mercado, pocos expertos ven obstáculos que impidan la primera fusión transfronteriza que dará lugar al décimo banco del mundo por valor bursátil. Tras la renuncia de HBOS, rival del Abbey, a presentar oferta el camino quedó libre.
Para la City, el verdadero impacto del desembarco del Santander es que muestra que la banca del país se ha mostrado vulnerable al ataque exterior. 'Pocos pensaban que un banco europeo iba lanzar una ofensiva sobre el mercado británico, y mucho menos un banco español', afirma Christopher Freeman, director gerente de instituciones financieras de ABN Amro en Londres. Freeman duda sobre el plazo en que el Santander logrará rentabilizar la nueva filial. 'No va a ser cuestión de un par de años' y supone un fuerte desembolso para lograr una rentabilidad inferior a la que logra en España y Latinoamérica. Para los accionistas de Abbey, el precio es menor del que hubiesen percibido en 2001 con la oferta fallida de Lloyds TSB.
La mayor parte de los inversores, sobre todo institucionales, ya depositó ayer su voto delegado
calendario El nuevo banco se estrenará en Bolsa el 16 de noviembre
El pistoletazo de salida para la ejecución de la compra comienza mañana. Una vez que los accionistas del Abbela la aprueben, el siguiente paso será la junta extraordinaria del Santander el día 21. Se aprobará la ampliación de capital necesaria para afrontar la operación por un valor nominal de 756 millones y con una prima de emisión que rondará los 10.900 millones de euros. Un tribunal británico abrirá el día 8 el plazo para analizar la operación y recibir, si las hay, denuncias de posibles irregularidades técnicas. Tres días después sancionará la opa. Y ahí comenzará la extinción del centenario Abbey como banco independiente. El 12 de noviembre dejarán de cotizar sus títulos y se emitirán las nuevas acciones del Santander. Tras un periodo de liquidación, el nuevo banco se estrenará en las bolsas, según el calendario previsto, el 16 de noviembre.
respaldo Las razones por las que lord Burns pide el sí a los accionistas
En una carta dirigida a los accionistas del Abbey, el presidente del banco, lord Burns, reclama su apoyo para una operación que tiene ya el respaldo del consejo. En la misiva, incluida en el documento marco de la opa (scheme of arrangement) enviado el 15 de septiembre, Burns apela al impulso del negocio que, asegura, dará la compra por parte del Santander. Aportará know-how para acelerar la implatación de una estrategia de servicios financieros personales en el Abbey. Entre la larga lista de beneficios que enumera dice también que ayudará a garantizar el futuro de la entidad, la posicionará para 'competir eficazmente' y beneficiará al cliente. El Santander quiere exprimir al máximo la venta cruzada (de seguros y préstamos personales) a los 18 millones de clientes del Abbey. A los accionistas les ha prometido ya las máximas facilidades fiscales con los títulos para lograr su respaldo.