La batalla de las tarjetas descuento llega a más de dos millones de clientes
Los descuentos en tarjetas se han convertido en una herramienta eficaz para fomentar el pago sin dinero. La batalla comercial se ha endurecido desde el mes de junio y las ofertas comerciales ya han captado a más de dos millones de usuarios.
La batalla comercial para capturar clientes en las entidades bancarias ha abierto un nuevo frente: ofrecer diferentes tipos de descuentos como incentivo para fomentar el uso de tarjetas en los pagos. Y desde principios de verano las principales entidades han recrudecido su ofensiva con nuevas ofertas. Más de dos millones de usuarios utilizan ya esta modalidad de pago que ofrece una amplio abanico de opciones.
A pesar de que bancos y cajas utilizan el descuento en el pago con tarjetas desde hace tiempo, la mayor competencia y agresividad comercial entre entidades ha abierto la puerta a propuestas más imaginativas para captar clientes. Descuentos y reembolsos de diferente cuantía en compras en estaciones de servicio, restaurantes o determinados locales comerciales están haciendo que el uso de las tarjetas de crédito se incremente de forma considerable. Los descuentos varían según las entidades y van desde el 10% que ofrece el BBVA en gasolineras Repsol, tiendas Inditex y restaurantes pasando por el 2% de La Caixa, la promoción del 5% que el Banco Popular ha mantenido hasta agosto o el 1% que ofrece Caja Madrid.
Sin duda los descuentos y reembolsos fomentan el número de tarjetas, y el objetivo de las entidades para este año es el de duplicar el número de pagos con tarjeta, que en España se sitúan en niveles muy inferiores a los de otros mercados. Entidades como Caja Madrid o el BBVA han visto como sus últimas promociones de descuento les han permitido multiplicar por cuatro y duplicar, respectivamente, el número de tarjetas emitidas. Además, las entidades no olvidan que el cambio en los hábitos de pago hacia el pago con tarjeta, y en especial el pago aplazado con intereses o revolving es una de las áreas de mayor potencial. Es decir, que el cliente utilice la tarjeta como si fuese un préstamo al consumo. Este es un objetivo difícil para un mercado en el que a pesar de haber más de 1,2 tarjetas por habitante, gran parte de los españoles sigue prefiriendo la billetera. Los directivos asumen que hay que vencer poco a poco esta 'barrera cultural' del cash y han encontrado en las tarjetas de descuento una de las vías. En paralelo, promocionan el pago a fin de mes con tarjeta, que permite al cliente aplazar el abono de las compras a interés cero.
El último golpe de mano lo inició en abril el BBVA con la Visa Diez. La entidad presidida por Francisco González está en línea para cumplir el objetivo del millón de clientes a finales del año. Banesto, que se ha distinguido por ser la entidad más activa en este tipo de tarjetas, decidió ampliar sus descuentos en la Tarjeta 1,2,3 con reintegros del 10% para la categoría Visa Oro. A junio de 2004, esta entidad, que sigue de cerca a La Caixa, líder en el segmento de las tarjetas de crédito, había obtenido una facturación de 550 millones de euros en este producto y alcanzaba a 760.000 clientes. Y de la mano de las ofertas se han revitalizado las alianzas entre entidades. Así, Banesto se ha aliado con el Race y Cepsa para comercializar tarjetas con descuento. Y los dos grandes bancos, el Santander y el BBVA, compiten por hacerse con los clientes de la empresa de asistencia en carretera Autoclub Repsol.