Renovación en toda regla del Audi A4
Desde el punto de vista estético, Audi ha variado casi por completo la impronta que ha venido caracterizando al A4 desde hace cuatro años cuando llegó a los mercados. En esencia, el frontal adopta una nueva calandra de tipo trapezoidal. Se trata de un diseño que implica nuevos paragolpes y faldón inferior, y aletas delanteras rediseñadas.
También hay cambios en la zaga, que recibe unos pilotos en línea con los que acaba de dar a conocer el nuevo A3 de cinco puertas.
Dentro varían, sobre todo, tapicerías y guarnecidos, que en conjunto logran una impronta superior. Además, hay una inédita colección de volantes. En este sentido el equipamiento de serie se ha visto enriquecido con elementos como los reposacabezas activos. Junto a estos dispositivos figuran otros que, con sobreprecio, pueden redondear un A4 a la medida: faros con tecnología bi-xenón, equipo de navegación más avanzado, sistema de audio Bose y diversas configuraciones S-line.
En lo mecánico, la nueva gama disfruta de importantes novedades, tanto en gasolina como en gasóleo. Sobre los primeros, y junto a los dos litros y 1.8T -130 y 163 CV- figuran los nuevos 2.0 T FSI y 3.2 V6, también FSI. Son mecánicas de altas prestaciones -200 y 255 CV, respectivamente-, que invitan a un uso alegre -como el de la versión S4, de 344 CV, a priori incompatible con el máximo ahorro -7,7 y 9,4 l/100 km-.
Para ese menester, nada mejor que los turbodiésel TDI de 2,0, 2,5 y tres litros. Rinden, en cada caso, 140, 163 y 204 CV, todas con seis marchas.
familiar
l Audi también ha renovado la versión familiar del A4, llamada Avant, que al igual que la carrocería berlina recibe nuevas ópticas y el frontal de su hermano de gama. La capacidad de carga se ha visto igualmente mejorada, hasta lograr un total de 1.184 litros con asientos traseros abatidos. Además, una y otra carrocería, en función del motor escogido, pueden solicitarse con el sistema de tracción integral permanente Quattro.