Gallardón y Aguirre se enfrentan sin tapujos por el control del PP madrileño
El vicealcalde de Madrid, Manuel Cobo, presentó ayer su candidatura a la presidencia del PP madrileño al no aceptar la presidenta de la comunidad, Esperanza Aguirre, incluirle en su candidatura como secretario general.
El paso dado ayer por Manuel Cobo, hombre de confianza del alcalde, Alberto Ruiz Gallardón, no es sino un eslabón más del enfrentamiento que este sector del partido en Madrid mantiene desde hace años con Esperanza Aguirre. Pero es la primera vez que se produce con tanta virulencia y, sobre todo, a cara descubierta. En el fondo de la pugna subyace la aspiración a controlar el PP madrileño, en calma artificial mientras que lo ha presidido, durante 11 años, Pío García Escudero, un hombre de la confianza de José María Aznar y de Mariano Rajoy.
El firme propósito de la presidenta de la comunidad, Esperanza Aguirre, de acceder a la presidencia del partido con el argumento de que es la única responsable de un gabinete autonómico del PP que no ocupa el cargo correspondiente en la organización regional, condujo a Pío García Escudero a tirar la toalla y seguir el consejo de Rajoy de dedicarse en exclusiva al Senado. Un puesto desde el que aspira a convertirse en el artífice de la derrota de cuantas iniciativas legislativas traslade el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero a la Cámara Alta.
La renuncia de García Escudero se conoció el miércoles, tres días después del cierre del XV Congreso nacional del PP y a partir de entonces Ruiz Gallardón intentó negociar con Aguirre una candidatura de integración que incluyese a Manuel Cobo como secretario general. La presidenta de la comunidad no aceptó el envite y el mismo miércoles por la noche fue advertida de que Cobo presentaría una candidatura propia, como ayer hizo patente. El candidato de Aguirre para la secretaría general es el actual responsable de Empleo de la comunidad, Juan José Güemes.
El alcalde acusa a Aguirre de carecer del perfil centrista que requiere el PP
Aguirre aspira a colocar a Juan José Güemes como secretario general
La guerra abierta entre los dos sectores es vista con gran preocupación en la dirección nacional del PP porque puede reflejar, de alguna forma, la debilidad del liderazgo nacido en el Congreso clausurado el domingo. 'Con José María Aznar era impensable una disputa de esta naturaleza. Y esto supone un claro reto para Mariano Rajoy, porque la situación se le puede ir de las manos', declaró ayer a este periódico un miembro de la nueva dirección del partido, consciente de los enfrentamientos que el PP libra en otras comunidades autónomas como Galicia, Extremadura, las dos Castillas y Valencia.
La guerra abierta entre los dos sectores del PP madrileño ha alcanzado un grado de virulencia tal que ayer Esperanza Aguirre acusó a Gallardón de emplear los 'métodos de la imposición y el chantaje'. Sin pelos en la lengua, el alcalde justificó la candidatura de Cobo por el perfil escasamente centrista de Aguirre. 'Si hubiéramos encontrado el espíritu centrista y profundamente liberal de Manuel Cobo en la candidatura, en las formas y en las propuestas que nos hizo Esperanza Aguirre, probablemente en este momento estaríamos hablando de una candidatura de integración donde los dos estuviesen juntos', señaló Ruiz Gallardón.
Esta candidatura de integración llegó a estar sobre la mesa en una cena mantenida el pasado miércoles por Esperanza Aguirre y su hombre de confianza, Ignacio González, con Alberto Ruiz Gallardón y el propio Cobo. Pero el acuerdo no fue posible.