Yukos gana tiempo frente al Gobierno al saldar el grueso de la deuda fiscal de 2000
La petrolera rusa Yukos logró ayer ganar tiempo de cara a su supervivencia después de haber saldado las deudas fiscales que mantiene en relación al ejercicio 2000. 'Yukos ha pagado 2.600 millones de dólares, el 76% de su deuda total', confirmó ayer Andrei Beliakov, jefe del departamento de alguaciles del Ministerio de Justicia ruso, citado por la agencia Interfax.
La petrolera rusa se enfrenta desde hace más de un año a un proceso judicial por impago de impuestos que ha llevado a la cárcel a su propietario, Mijail Jodorkovski. En un primer momento, las autoridades embargaron los activos de las 24 filiales de Yukos tras concluir que ésta debía 99.000 millones de rublos (2.750 millones de euros) por el año 2000.
El pago de los 2.600 millones es un paso hacia la salvación de Yukos. Sin embargo, el fin aún está lejos. La deuda de Yukos podría ascender a 14.000 millones de dólares más si fructifican las demandas por evasión de impuestos correspondientes al 2001, 2002 y 2003. La petrolera, por su parte, aseguró hace un par de semanas que pagaría al fisco más de 2.000 millones de dólares todos los meses 'sin falta' hasta finales de este año. La petrolera ha tenido una ayuda en los últimos meses: el precio del barril de petróleo, lo que ha impulsado el beneficio. Yukos bombeó 1,74 millones de barriles diarios el mes pasado.
Aún así, el proceso abierto contra Yukos podría concluir antes de finales de año con la venta de sus activos en un concurso público. En él, en principio, no podrían participar empresas extranjeras. El presidente ruso, Vladímir Putin, negó el mes pasado que el Kremlin pretenda la nacionalización de esta compañía, la mayor petrolera de ese país, pero dejó el camino expedito para la compra por parte de empresas públicas.
Por otra parte, el Ministerio de Finanzas cifró ayer en 958.000 dólares la deuda fiscal de 2000 de Yuganskneftegas, la principal filial extractora de Yukos. Esta circunstancia podría suponer la revocación este viernes de sus 26 licencias de extracción que suponen el 62% de la producción total de la compañía. La revocación de las licencias no sólo pondría en jaque la futura viabilidad de Yukos, sino que anularía la tasación realizada por el Dresdner Kleinwort Wasserstein, que calcula que la subsidiaria vale 17.300 millones de dólares.