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Lealtad, 1
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Un desequilibrio inútil

Maniáticos que son los economistas, se quejan de los famosos déficit gemelos de Estados Unidos. De que el Gobierno ha pasado de un superávit de más de un punto o punto y medio de PIB a un déficit que rondará el 5%. Y que equivale a alrededor del 1% del PIB mundial. Tampoco les gusta el déficit comercial, igualmente disparado.

Los desequilibrios financieros son, en sí mismos, malos para la economía. Todo el mundo vive mejor con deudas que sin deudas. Ahora bien, puestos a analizar hasta qué punto las deudas, o los desequilibrios, son dañinos para la economía e hipotecan crecimientos futuros, hay que mirar también al destino del dinero que tanto la economía estadounidense como el Tesoro piden al resto del mundo. Y la cosa empeora.

Como señala Stephen Roach, la situación es cualquier cosa menos nueva. Estados Unidos ha sufrido importantes déficit, sobre todo en el terreno comercial. Al fin y al cabo, es normal que dada la naturaleza consumista del modelo americano y la capacidad adquisitiva se importen más bienes de los que se exportan.

Pero hay una diferencia fundamental. Anteriormente el desfase entre importaciones y exportaciones era generado por el crecimiento económico y del consumo. El dinero que entraba en Estados Unidos para cubrir el déficit comercial se dedicaba a invertir en el sector privado, dado que el superávit presupuestario no desviaba recursos a la deuda. Estas inversiones generaban crecimiento y mantenían el dólar alto. Fue el paradigma de la segunda mitad de los 90.

Ahora, por el contrario, el dinero que fluye a Estados Unidos -principalmente desde Asia- no se dedica a inversiones productivas, sino que está destinado a comprar deuda del Estado, que ha incurrido en un brutal déficit presupuestario. Con lo cual el desequilibrio no sirve para sentar las bases de un ciclo expansivo, y solamente las compras masivas de deuda por los bancos centrales de Asia sujetan, con alfileres, el chiringuito.

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