La amable despedida de Blas Calzada
La habitualmente fría -por exigencias del guión- sede de la CNMV acogió ayer la despedida de Blas Calzada quien, a título personal, invitó a un vino español a los periodistas que más de cerca han seguido sus tres años de mandato al frente del regulador del mercado.
El carácter de Calzada hace que ya tuviese ganada a buena parte de la concurrencia, si bien la distancia corta hizo a más de uno preguntarse si el presidente entrante de la CNMV, Manuel Conthe, mantendrá el trato llano característico de su predecesor.
Un encuentro informal, pues, que significa el adiós de quien ha velado por el funcionamiento de los mercados y cuya propia celebración da una idea de la normalidad en la que se ha instaurado la CNMV.
Hace tres años, Pilar Valiente salió en estampida de forma literal; su automóvil estuvo bien cerca de atropellar a algún reportero en la entrada principal de la CNMV, compartida por coches y peatones. Las cosas han cambiado y ayer, en su despedida, Calzada fue más Blas que nunca.