Guerra Garrido viaja en el tiempo a través de la Gran Vía
Un grupo de hombres con sombrero y abrigo cruzado posa para una foto. Al fondo, la policía a caballo observa la escena. Y en el suelo yace muerto un toro que acaba de ser abatido por un torero en plena Gran Vía. Esta portada, sacada de una foto antigua de Alfonso, es lo único que tenía claro Raúl Guerra Garrido cuando empezó a preparar La Gran Vía es New York, su nuevo libro editado por Alianza.
Después de varios años de documentación recopilando anécdotas, leyendas urbanas y hechos históricos acaecidos en esta popular calle, Guerra Garrido, cansado de escribir sobre el País Vasco donde ha vivido los últimos 40 años vuelve sus ojos hacia su ciudad natal en un libro que tiene difícil definición. 'Es un fresco literario a través del tiempo de esta arteria madrileña', explicó ayer el autor en la presentación de la nueva obra en el legendario bar Chicote, más famoso en los años cuarenta por el tráfico de penicilina que por las posteriores visitas de Ava Gadner.
Nadie que lea este libro volverá a mirar igual a los edificios y comercios de esta arteria madrileña al conocer las historias que se esconden en cada rincón y que Guerra Garrido relata a lo largo de 96 capítulos, donde tienen cabida todas 'las texturas humanas' y un 'derroche de biografías', como explica el ganador del Premio Nadal en 1976 por Lectura insólita del capital.
Esta novela es un paseo desde el Oratorio de Caballero de Gracia al billar de la Gran Peña, pasando por el Casino Militar y la antigua Asociación de la Prensa; con el lujo añadido que nos permite viajar a través del tiempo y asistir al atraco de la joyería Aldao o los bombardeos de la guerra civil desde el edificio de Telefónica. Todas las historias contadas por Guerra Garrido 'salen de la calle' y están enlazadas como las piedras de un rosario adornadas por la imaginación del autor.
'Las novelas son la mentira de la verdad, pero sólo miente bien quien conoce la verdad', opina Guerra Garrido cuando se le interroga sobre el porcentaje de realidad que hay en las historias de este libro. ¿Pero por qué es Nueva York? 'La comparación no es inocente', dice Guerra Garrido, que sin duda consigue llamar la atención con este título sacado de una cita de Ilya Erhemburg de los años treinta, cuando recién construida esta calle tenía los edificios más altos de Europa.