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Las cuentas públicas de 2005

Borradores del IRPF para el 60% de los contribuyentes

La Agencia Tributaria prevé confeccionar en 2005 los borradores del IRPF al 60% de los contribuyentes, o en su defecto enviará sus datos fiscales. El volumen de fraude detectado previsto aumentará un 3%, hasta 11.592 millones de euros.

Rapidez en la gestión de impuestos combinada con mejor control del fraude. Son las dos máximas que la Agencia Tributaria, dependiente del Ministerio de Hacienda, tiene previsto poner en marcha el próximo año.

La primera de ellas, que se relaciona con los servicios de ayuda al contribuyente, supone en la práctica una continuación del esfuerzo realizado en años anteriores y que ha llevado a la administración tributaria española a ser el referente mundial.

Entre las novedades de 2005, destaca un incremento sustancial del llamado 'borrador del IRPF', que Hacienda espera llegue el próximo año ya al 60% de los contribuyentes, o en su defecto, enviará al ciudadano en cuestión los datos fiscales que dispone la Administración. Mediante este sistema de borrador es la propia Agencia Tributaria la que elabora la declaración de renta al usuario, sin que tenga que hacer ningún cálculo.

Este sólo tiene que confirmar si está de acuerdo con la liquidación que se le envía desde Hacienda o si desea hacer alguna corrección. Y lo podrá hacer a través de múltiples procedimientos, entre ellos un simple mensaje (SMS) de telefonía móvil. El plazo de devolución media se mantiene en 28 días.

Hacienda cuenta también con que en 2005 se amplíe el uso de internet en las relaciones con la administración tributaria. En concreto, prevé que la presentación de declaraciones de IRPF por vía electrónica aumente del 20% al 25%, y las del impuesto de sociedades, del 10% al 12%.

La lucha contra el fraude será otro de los objetivos de la Agencia pero variando sensiblemente su enfoque. En años anteriores, numerosos colectivos como los propios inspectores de tributos se habían quejado de que la cúpula de Hacienda estaba sólo interesada en objetivos meramente cuantitativos (número de expedientes abiertos, actuaciones realizadas) y ligados al seguimiento de los contribuyentes que sí cumplen, en vez de dedicarse más medios a investigar grandes tramas de fraude.

Cambian los métodos

En 2005, esta política cambiará ostensiblemente, según el Ejecutivo, con una reorganización de los departamentos de la Agencia Tributaria que haga más fácil el trabajo en equipo entre las diferentes áreas. Entre ellas está prevista la creación de unidades conjuntas de inspección y recaudación. La reorganización permitirá según Hacienda, que el volumen de fraude global detectado en 2005 crezca un 3% sobre lo previsto este año, hasta alcanzar 11.592 millones de euros (casi dos billones de las antiguas pesetas). El aumento es menor que el estimado en los últimos ejercicios por la anterior cúpula de la Agencia (acostumbrada a anunciar incrementos de dos dígitos), pero será más realista (parte del fraude detectado no se llega a cobrar, perdiéndose en reclamaciones administrativas).

Los principales sectores a inspeccionar serán el inmobiliario y el financiero (incluidas las sociedades de inversión colectiva Sim y Simcav).

Se hará un seguimiento especial del sistema de módulos y en la tributación del IVA. Se potenciará también la coordinación con las administraciones tributarias autonómicas y extranjeras (especialmente las de la UE).

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