La OCDE mejora las previsiones para Europa y empeora las de EE UU
La zona euro continúa dando muestras de recuperación, a juicio de los principales organismos económicos internacionales. En una nota publicada ayer, el economista jefe de la OCDE, Jean-Philippe Cotis, elevó cuatro décimas el crecimiento previsto en la UE para 2004, hasta el 2%, al tiempo que aumentó el crecimiento esperado en Japón del 3% al 4,4% y redujo cuatro décimas el de Estados Unidos, hasta el 4,3%.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico se sumó ayer a las voces que vaticinan un rendimiento mejor de lo esperado para la economía de la zona euro. Si hace dos semanas el BCE revisó al alza el crecimiento de la eurozona, ayer fue el economista jefe de la OCDE, Jean-Philippe Cotis, el que anunció las nuevas previsiones de la entidad, según las cuales el PIB de la UEM crecerá este año un 2%, cuatro décimas más que lo previsto en mayo.
Cotis hizo pública ayer la revisión de las expectativas de crecimiento de la OCDE para las principales economías del planeta. El impacto de la subida del crudo ha sido 'limitado', por lo que 'la recuperación continúa desarrollándose en los términos previstos', con un crecimiento del PIB para el G6 en torno al 3,5% para 2004. Eso sí, respecto a la previsión de mayo, mejora el escenario de la zona euro y de Japón, y empeora ligeramente el de Estados Unidos.
La OCDE resalta el buen comportamiento de las empresas en la zona euro, frente al de los consumidores. Según Cotis, el PIB sigue creciendo, después de su 'sorprendente buen comportamiento' en la primera mitad del año, si bien sigue centrado en la demanda externa. En todo caso, Cotis reconoce los distintos comportamientos de las economías de la zona: la demanda interna es 'boyante' en Francia, aunque 'todavía tímida' en Alemania. Italia, el tercer país de la zona en el G6, sigue retrasada 'debido a problemas de competitividad y la pobre demanda interna'.
A dos meses vista de la publicación de su siguiente informe semestral de perspectivas económicas, la OCDE revisó a la baja el pronóstico sobre Estados Unidos, desde el 4,7% de primavera hasta el 4,3%. La nota centra su expansión en la inversión empresarial y la creación de empleo. Precisamente las débiles cifras de contratación de este verano mantienen, según la OCDE, la confianza de los consumidores en niveles modestos. En cambio, son las empresas las que, disfrutando de unos tipos de interés en mínimos históricos, han podido sanear balances y disfrutar de amplio margen de beneficios. 'Ello debería', añade la nota, 'permitir un fuerte incremento del gasto empresarial y de las contrataciones' los próximos meses.
La segunda economía del planeta, Japón, obtiene por su parte una mejora en las expectativas de la OCDE, pasando del 3% previsto en primavera al 4,4%. Esta fuerte subida se debe a la inversión empresarial, basada a su vez en la obtención de beneficios en los últimos meses. Cotis explica que el empleo está aumentando, aunque alerta de que lo hace 'de forma abrumadora' a base contratos temporales.
Impacto marginal del crudo y tipos estables en la zona euro
Poca presión en los preciosLa recuperación que anticipara la OCDE en su previsión de la primavera se ha visto 'sólo marginalmente mellada' por unos precios del petróleo 'más altos de lo esperado'. El crudo ha presionado al alza las tasas de inflación, aunque su impacto sobre la inflación subyacente y los salarios ha sido muy relativo. Por ello, Cotis califica el impacto global de la subida del petróleo como 'limitado'.Equilibrio fiscalLa consolidación presupuestaria debe priorizarse para hacer frente a las 'crecientes presiones' que el envejecimiento de la población ejerce sobre los países miembros. También debe avanzarse, según Cotis, en las reformas de las pensiones y los sistemas de salud. Se requieren 'medidas de ajuste permanentes' para recuperar la sostenibilidad financiera de las cuentas públicas.Estabilidad monetariaMuchos bancos centrales, incluyendo la Reserva Federal estadounidense, han empezado a suavizar el fuerte impulso monetario que habían utilizado para activar la economía. Pese a ello, el economista jefe no considera que deba volverse con urgencia a una política neutral, salvo quizá en el caso del Reino Unido. La política de 'esperar y ver' parece garantizada en la UEM y Japón.