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Deuda

El Gobierno deja limpia Renfe al asumir 5.500 millones de deuda

El Estado asumirá este año el 80% de la deuda de Renfe, según anunció ayer el vicepresidente Pedro Solbes. La decisión obligó al Ejecutivo a elevar siete décimas la previsión de déficit del Estado para este año, hasta el 1,81% del PIB.

El vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, ha decidido afrontar el problema de la deuda histórica de Renfe, para colocar a la compañía en condiciones de afrontar la liberalización ferroviaria prevista para 2005.

El Estado asumirá 5.459 millones de euros de los cerca de 7.300 millones de que acumula la empresa pública. Y ello elevará el déficit del Estado previsto para este año del 1,12% al 1,81% del PIB (14.270 millones). Para afrontar el incremento se estudia solicitar un crédito extraordinario al Parlamento.

De los 5.459 millones de deuda asumida, unos 1.800 millones están asociados a la compra de infraestructura ferroviaria. A ellos se suman 3.659 millones considerados como 'deuda histórica', acumulada por las insuficientes transferencias del Estado para hacer frente al déficit de explotación de la compañía.

A partir de 2005 la empresa pública sólo se hará cargo del endeudamiento de sus activos fijos

Durante su intervención en la Comisión de Economía del Congreso, Solbes aseguró que sólo así podrá darse viabilidad a la empresa pública cuando entre en vigor en 2005 la ley ferroviaria que liberaliza el servicio y por la que Renfe será una empresa más a competir con otras privadas. 'Renfe no podrá funcionar en el futuro si el Estado no reconoce antes la deuda histórica, que es lo que tenía que haber hecho el Gobierno del PP; si no lo hacemos ahora, la carga para empezar a competir será insalvable y Renfe entrará en quiebra', señaló Solbes.

Con la asunción de deuda por el Estado, la nueva Renfe podrá situarse en el mercado el próximo ejercicio con una deuda de sólo 1.800 millones de euros, derivada de la compra de material móvil rodante (deuda asociada a activos fijos), que no tendrá incidencia en el déficit público.

Este esquema que se asemeja bastante al que habían reclamado la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, y el propio presidente de Renfe, José Salgueiro, para colocar a la compañía en una situación financiera sólida de cara a la liberalización del sector.

Además de competir con otras empresas, la nueva Renfe deberá pagar cánones y peajes por el uso de las vías al Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF), el nuevo ente público que gestionará el sistema ferroviario a partir de 2005.

El portavoz del PP en la Comisión de Economía, el ex ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, criticó a Solbes por 'confundir a la opinión pública con revisiones constantes' en la estimación de déficit del Estado y que ahora queda muy por encima del 0,4% del PIB previsto por el último Gobierno del PP.

La 'herencia' del PP

Solbes recordó a Cañete una serie de partidas no incluidas en los Presupuestos de 2004 diseñados por el PP y 'heredadas' por el Gobierno.

Entre ellas figuran los ajustes para pasar a contabilidad nacional (con una incidencia del 0,35% del PIB), parte de un aval del Estado a Argentina, la deuda de RTVE o el pago de la deuda a Andalucía.

La Seguridad Social no será suficiente para cuadrar cuentas

La asunción de la mayoría de la deuda de Renfe por el Estado provocará muy posiblemente que el conjunto de administraciones públicas (Estado, Seguridad Social, autonomías y municipios) cierre el ejercicio en números rojos. Así lo reconoció ayer el propio Solbes. Ello es debido a que el superávit estimado de la Seguridad Social (cercano al 1% del PIB) será insuficiente para compensar el déficit del Estado central (estimado ahora en el 1,81%), como había ocurrido años atrás.

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