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Tribuna
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Y la Fed subirá los tipos

Alguien lo duda? Bueno, admito que en los últimos días han surgido hasta dos factores que han amenazado el escenario en el que nos encontramos de 'mesura en las subidas de los tipos de interés oficiales'. El primero no es nuevo, como que los precios del crudo vuelven a amenazar los niveles máximos del año. Ya casi nos hemos acostumbrado a ver el Brent por encima de los 40 dólares el barril.

¿Cómo impactará este nivel de precios en la economía? Esta es la pregunta que todos nos hacemos al observar la persistencia de los precios cerca de los máximos históricos (de acuerdo, en términos nominales que no reales). Y la respuesta la obtenemos de los bancos centrales, más inquisitivos sobre su impacto final en la inflación.

Pero es que, y con esto entramos en el segundo factor que podría aplazar la continuidad en la normalización de los tipos de interés oficiales, la inflación incluso se ha moderado en los últimos dos meses. Considerando conjuntamente la continuidad en la subida del petróleo y la evidente de su escaso impacto sobre la inflación, ¿por qué debería la Reserva Federal (Fed) seguir subiendo los tipos oficiales y amenazar más el crecimiento económico? La cuestión no se centra tanto en la decisión que se adopte en el FOMC de hoy -donde lo sorprendente, y el propio Alan Greenspan se ha mostrado a favor de evitar las sorpresas, sería una repetición de tipos-, como en las dos últimas reuniones antes de final de año.

Reconozco que el temor que refleja la cuestión anterior es totalmente lógico. En mayor medida cuando la desaceleración del consumo norteamericano el segundo trimestre ha llevado el crecimiento trimestral hasta el nivel más bajo del último año. No hace tanto tiempo que algunos miembros de la Fed advertían de la necesidad contrastar la consolidación de la recuperación antes de llevar los tipos a un nivel neutral. ¿Qué es un tipo de interés neutral? Aquel que permite que el crecimiento se acerque al potencial sin poner el riesgo la estabilidad de la inflación. Este es el doble objetivo de la política monetaria en EE UU, a diferencia del enfoque unilateral en la inflación en el caso del BCE. Hace un año ambos objetivos de política monetaria eran coincidentes en EE UU. El propio Greenspan reconocía a principios del 2003 la posibilidad de un escenario de desaceleración y deflación, siendo numerosos los estudios que buscaban semejanzas entre el comportamiento de la economía japonesa desde la crisis de los ochenta y el resto de los países desarrollados.

Por el contrario, desde aquel momento la recuperación ha sido intensa al mismo tiempo que la inflación ha alcanzado el nivel más alto desde finales de 2002. Entonces, ¿por qué seguir manteniendo los tipos de interés en los niveles actuales de emergencia?. Bancos centrales como los de Canadá, Suiza, Inglaterra y hasta la propia Fed han procedido a subir sus tipos, reconociendo que la política monetaria ya ha cumplido con su labor. Más aún, han justificado estas subidas desde los niveles excepcionales bajos actuales podría tener consecuencias negativas sobre la inflación. Las advertencias más explícitas en este sentido han procedido desde el BCE, advirtiendo de los riesgos derivados de un exceso de liquidez como el actual. Riesgos de inflación, real pero especialmente financiera.

Sinceramente, no me preocupa el riesgo de inflación en el mercado de bienes. Creo que las condiciones son propicias para que la inflación real se mantenga controlada a nivel mundial en los próximos meses. Los márgenes de las empresas y los costes laborales unitarios pueden compensar el aumento de los mayores costes del petróleo, en el caso de que se estabilicen en los niveles altos actuales.

Tampoco espero que el crecimiento se vea muy afectado, aunque es más que probable que el crecimiento mundial entre a partir de ahora en una etapa de moderación desde los altos niveles de la primera parte del ejercicio. Parecen hipótesis razonables. Sin embargo, me preocupa mucho que la extremada política monetaria laxa actual contribuya a la formación de excesos en los mercados financieros e inmobiliario.

Es evidente que los tipos de interés oficiales los fijan los bancos centrales, mientras que el resto de la curva de tipos responde a las expectativas de los agentes económicos. También es evidente que el principal condicionante de los tipos de interés a medio y largo plazo son los oficiales. Un dinero barato lleva a infravalorar el riesgo. Y no siempre el riesgo derivado de la inversión productiva. Prefiero hablar de excesos y no burbujas en algunos activos financieros, cuyo ajuste futuro sí podría amenazar la continuidad del crecimiento.

Es por todo esto que los tipos de interés oficiales deben seguir subiendo en los próximos meses. Y no sólo en EE UU. Además, por el momento se puede hacer de forma mesurada.

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