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Inversión

A cada inversor, una estrategia

Más importante que la elección del fondo, el depósito, los valores o la zona geográfica en la que invertir. Determinar el perfil de riesgo que tiene un inversor, es el primero, y quizás el más importante paso a la hora de colocar su dinero. 'La selección de activos que componen la cartera de inversiones también será importante, pero si nos hemos saltado el paso anterior, la recomendación de inversión estará abocada al fracaso', sostiene Jacobo Zarco, director de planificación financiera de Atlas Capital.

De este modo, si el inversor responde a un perfil conservador, esto es, el que mayor aversión presenta al riesgo, será más aconsejable que invierta en deuda pública u otro tipo de renta fija que es uno de los activos más seguros que existen, y, si por el contrario, se considera arriesgado los mercados emergentes pueden ser una opción, con un mayor riesgo divisa. La importancia de conocer el perfil de riesgo radica, según los expertos de Banif, en que es 'una información que sirve para construir la cartera del cliente a su medida'. Pero, ¿cómo conocer si uno pertenece a los considerados agresivos o, por el contrario, está entre los más conservadores?

A priori, los expertos estiman que el riesgo es la mayor o menor pérdida que una persona está dispuesta a asumir con su inversión en un momento dado.

Todas las entidades cuentan con herramientas que permiten determinar el perfil de riesgo del inversor

La edad y el plazo, prioritarios

Cada inversor tiene unas necesidades, unos objetivos y una serie de variables que le hacen distinto de otros. Todas las entidades financieras disponen de un cuestionario cuyo objetivo es determinar el perfil de cada cliente. En función de las respuestas, que abarcan distintos aspectos de la vida del inversor, se determinará el activo que más le conviene. Pero, ¿qué parámetros se toman para determinar el perfil?

La edad del inversor, y, sobre todo, el plazo de la inversión son dos de las principales claves para determinar el perfil. Invertir en renta variable a corto plazo tiene, por ejemplo, más posibilidades, de arrojar pérdidas que si esta operacion se realizara a largo plazo. Lo mismo sucede con la edad. 'Normalmente se admite más riesgo cuanto más joven se es y menos cargas familiares se tiene', señala José Carlos Delgado, analista del centro de inversiones de Deutsche Bank. Por lo general, una persona de unos 60 años deberá, según los expertos, asumir un menor riesgo que una de 35 años, ya que su jubilación está cerca y tendrá necesidad de capital.

Otros factores que también determinar la inversión más recomendable son la capacidad de ahorro y la dependencia financiera de la liquidez disponible. 'Normalmente, cuanto más se depende de los rendimientos de la inversión para vivir menor riesgo se admite', añade Delgado. 'Estas variables así como la rentabilidad objetiva esperada llevarán al gestor a proponer unos u otros productos', señala Paloma Piqueras, directora de diseño e innovación de producto de BBVA.

Factor a factor, todas y cada una de las variables que inciden en la vida de una persona determinan que ésta pueda asumir en un momento dado, un mayor o menor riesgo, y por lo tanto, sea más recomendable que invierta en unos u otros activos. Pero hay otros factores, quizás, más subjetivos, que inciden asimismo en el perfil de riesgo como 'la reacción que el inversor tendría ante mercados adversos, la experiencia con los mercados financieros y la profundidad de conocimiento que de los mismos tiene', explica José Carlos Delgado, analista del centro de inversiones de Deutsche Bank.

Pero recopilar todas estas variables no lleva directamente a encuadrar al inversor en un determinado retrato robot. Jacobo Zarco, de Atlas Capital, estima que es importante relacionar los ingresos y los gastos de la unidad familiar tanto presentes como futuros. También subraya la necesidad de determinar y cuantificar, así como ordenar cronológicamente las prioridades de los diferentes objetivos de inversión. No es lo mismo, un cliente que prioriza la disposición de una vivienda en propiedad a otros que consideran más importante disponer de un mayor capital para destinarlo a la educación de los hijos o aquellos que empiezan a pensar en las rentas futuras de cara a la jubilación.

Asimismo, considera primordial conocer las reacciones que tendrá el inversor ante diferentes escenarios producidos por cambios en sus circunstancias personales o en la evolución de sus inversiones.

Hasta ahora, las entidades se valían de cuestionarios, tests y baterías de preguntas para determinar el perfil de riesgo de cada persona, pero cada vez son más los que hacen un seguimiento del mismo a lo largo de toda la vida de la inversión. Es el caso de Banif, considera un factor que hay que adaptar en todo momento 'con el fin de que los activos de esa cartera se ajusten a un perfil, o por lo menos a un rango de volatilidad o riesgo, con el cual el cliente se sienta identificado'.

Además, a medida que aumenta la sofisticación de los productos y la cultura financiera de los inversores, las entidades diseñan nuevas herramientas que permiten afinar el perfil de riesgo del cliente. BBVA, por ejemplo, cuenta desde hace unos meses con un perfilador de fondos, que además de dibujar el retrato robot del inversor genera dos propuestas acordes a la combinación riesgo-rentabilidad.

Retrato robot. Los tres principales perfiles de inversor

EquilibradoSe trata de un inversor de mediana edad que ya ha cubierto la primera etapa de grandes gastos que supone el establecimiento de una familia y que está en la fase de acumulación de capital.Necesita conciliar la preservación de capital de parte de su cartera para los objetivos más a corto plazo con la maximización de la rentabilidad de otra parte de la cartera de cara a cubrir objetivos más a largo plazo como la jubilación.En función de este doble objetivo la parte de su cartera en Bolsa oscila, según esté el mercado, entre el 10 y el 50% del total.AgresivoEste perfil de inversor corresponde al de una persona joven, hasta 35 años, que empieza a acumular sus primeros ahorros.Sus principales objetivos financieros se sitúan lejos en el tiempo por lo que maximizar la rentabilidad de sus inversiones cobra más importancia que controlar las posibles fluctuaciones que puedan sufrir las mismas.Debido a estas características el inversor con un perfil agresivo tiene unas expectativas de ganancias superiores al 50% anual y tolera unas pérdidas entre el 15% y el 25%.

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