Una compra en tiempo récord que cambiará el modelo de banco
La compra del hipotecario Abbey convertirá al Santander en el décimo banco por capitalización bursátil del mundo. Pero no sólo eso. También cambiará radicalmente el modelo de banco que hasta ahora exhibía el grupo presidido por Emilio Botín, coinciden los expertos consultados.
De banco internacional con gran peso de Latinoamérica en su cuenta de resultados y su negocio pasa a volcarse en levantar una potente franquicia europea. Y la base es la banca de consumo que ha ido forjando con sucesivas compras en Alemania, Italia o Polonia. El gran paso será la compra del Abbey, volcado en las hipotecas, al que impondrá una severa disciplina comercial para relevar a gran parte de los empleados administrativos para enfocarlos a tareas comerciales.
Con esta mayor dimensión europea, el banco espera que el mercado deje de penalizar su exposición general al riesgo en Latinoamérica. Pero según los expertos la acción aún tardará en recoger verdaderamente el beneficio.
En el plano comercial, la estrategia que impondrá en el Abbey está clara. En el organigrama, a nadie se le escapa que habrá cambios. Aunque ayer el director financiero Francisco Gómez Roldán dijo que la tendencia general del banco es contar con el equipo directivo local de la entidad comprada. De hecho, Botín ve con buenos ojos al consejero delegado Luqman Arnold. 'En ningún caso podemos proponer quitar a toda la organización de un plumazo', dijo ante los analistas. Pero sugirió una reestructuración, si fuera necesario.
Estrategia agresiva
El grupo español avisa que el modelo empleado en su filial Banesto con precios a veces agresivos y con aumento de la oferta de productos será el que imponga en el nuevo Abbey. Cree que su base de clientes está por explotar, sobre todo en créditos personales y seguros.