La OPEP decide sobre su oferta con el petróleo por encima de 40 dólares
La escalada del precio del petróleo no para. La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) se reunirá el miércoles en Viena para decidir qué medidas tomar para frenar el avance del barril. Al cártel, que controla un 40% de la producción y dos tercios de las reservas mundiales de petróleo, le interesa una cotización alta, pero no tanto como para que el consumo se resienta. Las tensiones geopolíticas y el déficit de reservas en Occidente han hecho el precio del barril de Brent, el referente europeo, suba a 40,2 dólares, un alza del 46% en 12 meses.
Las declaraciones de los ministros de la OPEP han dejado entrever la posibilidad de un aumento de las cuotas oficiales de producción, desde los actuales 26 millones de barriles diarios. Pero esto no tiene porqué suponer un aumento real de la oferta.
Dada la indisciplina que caracteriza al cártel, la cifra ha terminado siendo meramente testimonial. La Agencia Internacional de la Energía (AIE) calcula en 27,5 millones de barriles al día la producción en agosto de la OPEP-10 (Irak es el undécimo país de la organización, pero está excluido de facto desde el final de la primera Guerra del Golfo, en marzo de 1991).
Si se revisan los resultados de los últimos encuentros de la OPEP, inversores y consumidores pueden preocuparse. La asociación se ha reunido cuatro veces este año. Tras el 10 de febrero, el Brent pasó en dos semanas de 29 a 30,7 dólares por barril. La siguiente cumbre fue el 31 de marzo, con el petróleo a 31,5 dólares; 10 días después había subido a 33,5. Sólo tras el encuentro del 3 de junio, la materia prima fue a la baja: de 36,5 a 35,8 dólares en unas 10 sesiones. Los socios llegaron a la asamblea del 21 de julio con el Brent cotizando a 37 dólares; el oro negro inauguró agosto a 40 dólares.
En la lista de factores distorsionantes del petróleo ocupan un lugar preferente la especulación, la crisis de Oriente Próximo y el déficit de inventarios en Occidente. No, en cambio, la oferta. Las cuentas de la AIE reflejan que la producción de petróleo excede en un 2,6% a la demanda global.
La geopolítica pone patas arriba el mercado de futuros
Esta situación no es sostenible. Por extraño que parezca, los inversores del mercado del petróleo apuestan por un descenso del precio. Al sector no se le escapa que son las circunstancias geopolíticas las que más animan la cotización. Las crisis se ven coyunturales y los precios a futuro son inferiores a los de contado. Mientras el precio del Brent para octubre cotiza a 40,2 dólares, el de junio de 2005 marca poco más de 38,5 dólares.La situación se repite desde hace cinco años y se conoce como backwardation. 'Ocurre normalmente entre mayo y agosto y desde octubre hasta febrero (...), pero en los últimos años el porcentaje está siendo mucho mayor', explica Lawrence Eagles, de la Agencia Internacional de la Energía (AIE).Esto tiene su efecto en el precio de contado. Con perspectivas de descensos de precios, las empresas no reponen inventarios. En esta situación, cualquier crisis multiplica el precio, ante el temor a que unas reservas escasas no den para cubrir la demanda.