Ministros de Economía al sol de Holanda
Lo advirtió el titular holandés de Economía, Gerrit Zalm, el viernes, al iniciarse los dos días de la reunión de ministros de Economía de la UE en La Haya: 'No habrá mucho tiempo para divertirse'. Lástima que la agenda rebosase de temas espinosos y complicados, porque la localización del encuentro invitaba a todo menos a debatir sobre perspectivas financieras (argot comunitario para hablar de Presupuestos), Pacto de Estabilidad (eufemismo comunitario para los derrapes fiscales) o consolidación bancaria (sueño comunitario sin cumplir).
El Kurhaus (casino, en holandés) de La Haya, a orillas del mar del Norte, tentaba a los ministros a solearse en la suntuosa escalinata que baja casi hasta la playa. Más de uno cayó en la tentación, como el francés Nicolas Sarkozy. Su rueda de prensa, tan multitudinaria como de costumbre, se celebró al sol, con la energía del ministro oculta bajo sus gafas de sol. Butacón, escenario y expectación parecían más propios de una gala de cine en Cannes. Como en sus ruedas de prensa más convencionales, el impetuoso Sarkozy contestaba las preguntas que retóricamente se hacía así mismo. Tampoco el comisario de Mercado Interior, Frits Bolkestein, se privó de pasear al sol, copa de tinto en mano, aunque se encontraba en el área reservada a periodistas. La prensa se coció bajo una carpa de lona que alguien colocó sin pensar que la temperatura de La Haya podía subir el viernes tantos enteros.