El Gobierno quiere implantar el precio fijo en los libros de texto
El Ministerio de Cultura prepara una nueva ley del libro en la que establecerá un precio fijo en los libros de texto, por lo que se suprimirán los descuentos que aplican algunos establecimientos, que pueden llegar al 25%. El anuncio provocó reacciones encontradas entre editores, distribuidores y consumidores.
El director general del Libro, Archivos y Bibliotecas, Rogelio Blanco, señaló ayer que la futura ley determinará 'el precio fijo del libro sin exclusiones', ya que la solución adoptada por los anteriores gobiernos del Partido Popular de permitir descuentos libres, aunque con limitaciones 'no ha sido favorable', entre otras razones porque 'castiga duramente a las librerías'.
'La librería es un ente vinculado a la vida del barrio y su pérdida no sólo afecta al empleo o a los pequeños negocios, sino que atañe a la libertad de expresión y a la creatividad', añadió Blanco.
'La situación requiere medidas y aunque sabemos que una Ley del Libro no va a subsanar todos los problemas, sí ayudará a paliar este déficit dado que muchas librerías garantizan su balance comercial gracias a las campañas de libros de texto y de Navidad', agregó. La nueva norma deberá estar lista 'a lo largo de 2005' y la intención del Gobierno es que sea una ley 'muy pactada con libreros, editores y distribuidores'.
Los responsables del Ministerio han mantenido 'primeros contactos' con representantes de los diferentes sectores para darles a conocer los borradores que se barajan y 'hay un apoyo total a esta Ley', asegura Blanco. La ley mantendrá el descuento en ferias y fechas simbólicas.
La Asociación Nacional de Editores de Libro de Texto (Anele), a través de su presidente, Mauricio Santos, acogió con 'esperanza' la medida anunciada y consideró la situación actual como 'única en el mundo, absurda e ilógica'. Esa decisión 'será buena para todos, incluidos los consumidores' porque, argumentó Santos, en las grandes superficies sólo se venden el 16% de todos los libros.
Sin embargo, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) tachó de 'aberrante e involucionista' la propuesta e indicó que 'se trata de una nueva e incomprensible medida, tomada en perjuicio de los ciudadanos que habían conseguido una normativa que aliviara en parte el oneroso peso de la vuelta al cole'. Esta organización se lamentó de que la ley 'sólo cuente los libreros, editores y distribuidores y nada se diga de la incidencia de los consumidores'
Para la Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Librerías (Cegal) la reforma de la ley 'significa que se hace justicia con la ley del PP, que engañaba al consumidor y que fue sacada exclusivamente para beneficiar a los hipermercados.
La Asociación de Grandes Empresas de Distribución (Anged), por su parte, anticipó que la medida no afectará a sus ventas y considera que 'el único perjudicado será el consumidor'.
El anuncio recibió el apoyo de los editores y el rechazo de los consumidores
Una batalla comercial en cada vuelta al cole
El comienzo de curso trae consigo año tras año una batalla comercial entre las grandes superficies y las librerías por la venta de los libros de texto. Descuentos, que en algunos casos superan el 25%, facilidades de financiación, reservas de libros previas y otras promociones son los reclamos más comunes que los establecimientos, especialmente los hipermercados, aplican para atraer las compras de los alumnos.Por su parte, los editores y libreros muestran reticencia, y acusan a las grandes superficies de competencia desleal porque, a su juicio, los grandes distribuidores utilizan los libro de texto como señuelo para la venta de otros productos.Un real decreto del año 2000 autoriza a los expendedores de libros de texto a aplicar descuentos libres con la única limitación de que no se vendan por debajo de su precio de coste, que no se utilicen como reclamo comercial para productos de distinta naturaleza y que no se acumulen descuentos.