Intensa agenda para el Ecofin
Los ministros de Economía de la Unión Europea celebran entre hoy y mañana la que será su última reunión bajo los auspicios de la actual Comisión Europea. Y la agenda prevista incluye asuntos de gran envergadura, como la armonización de la base imponible del impuesto de sociedades o la propuesta de limitar el poder de los bancos centrales nacionales a la hora de frenar fusiones transfronterizas. Ambos asuntos son impulsados de manera muy activa por el comisario de Mercado Interior, Frits Bolkestein, que es precisamente uno de los que abandonará el Ejecutivo europeo en noviembre.
La armonización de bases en el impuesto de sociedades es esencial para establecer unas reglas del juego claras en la creciente competencia por atraer inversiones que sostienen los miembros de la UE. La acelerada fuga de empresas hacia los nuevos socios del Este preocupa cada vez más a los antiguos miembros de la Unión, y Francia ha llegado a solicitar que se reduzcan las ayudas comunitarias a países que practiquen el dumping fiscal. Con una base armonizada, todos los países jugarán con la misma baraja fiscal. Y al mismo tiempo seguirán teniendo libertad para aplicar el tipo de gravamen que estimen conveniente, con lo cual se establecerá un sistema de competencia fiscal más sólido y transparente.
El Ecofin servirá también para escenificar las primeras tomas de posición oficiales ante la polémica reforma del Pacto de Estabilidad y para retomar un debate presupuestario en el que los países contribuyentes, con Alemania a la cabeza, reclamarán un recorte en los gastos comunitarios.
En cuanto a la propuesta para impulsar las fusiones transfronterizas en la banca, si se materializa supondrá un paso más en la progresiva pérdida de poder de los bancos centrales nacionales. Algo que parece inevitable si realmente se quieren crear grupos europeos capaces de competir en el mercado global con los gigantes estadounidenses.