Castillo de Monesma 2002, joven somontano asequible
La DO Somontano es la más conocida de las tres existentes en Aragón, y una de las que más ha evolucionado y se ha asentado entre los gustos de los consumidores en los últimos años. Bodegas grandes, de significativas producciones y etiquetas muy conocidas, u otras, como ésta, procedentes de bodegas pequeñas, familiares, pero que apuestan por la calidad.
Bodegas Dalcamp, fundada en 1994, se ubica en la localidad oscense de Monesma de San Juan, una da las zonas más meridionales del prepirineo. La escasez de lluvias y la existencia de un clima que permite que se alargue el ciclo de maduración de las uvas, otorga características propias a estos pagos.
Ramón Dalfó, gerente y propietario, posee una finca que da nombre a la bodega, en la que hay plantadas algo más de 26 hectáreas de viñedo de cabernet sauvignon y merlot. Para su cultivo se utilizan abonos orgánicos muy equilibrados, que limitan la producción de forma natural hasta los 8.000 kilos por hectárea, evitando el aclareo de racimos o poda en verde, que otorgan concentración al fruto.
Sus vinos se comercializan bajo la marca Castillo de Monesma, de los que actualmente se encuentran tres en el mercado: dos monovarietales de cabernet sauvignon, un reserva y un crianza, y un joven, el Castillo de Monesma 2002, elaborado con un 70% de cabernet y el resto con merlot. Los vinos se comercializan más tarde de lo habitual, y de hecho, en el caso del joven todavía no ha salido la cosecha de 2003, aunque está a punto de hacerlo. Y es que el vino se deja afinar en depósito y en botella más tiempo, para que no tenga aristas ni defectos, una filosofía que la casa quiere dejar bien patente. Con un pequeñísimo toque de madera, es un vino afrutado, que denota la madurez de las uvas (confitura de mora y ciruela). Entra bien en boca, resultando sabroso y fácil de beber. Su precio, 3,40 euros.