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Tribuna
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A vueltas con la Vuelta

Comienza la Vuelta Ciclista a España 2005 con una gran incertidumbre de cara al futuro. Asuntos como el patrocinio, la televisión, la Liga Pro Tour, el doping, etc., crean dudas sobre el entorno del ciclismo.

Profundizando sobre estos temas, los patrocinadores comerciales nos hacemos muchas preguntas sobre la futura rentabilidad de nuestras inversiones vinculadas a este deporte.

Sabemos que el ciclismo depende única y exclusivamente de patrocinadores y espónsores, pero hay diversas circunstancias, como el doping (cenicienta del deporte en este tema), que pueden dañar la imagen de las empresas.

Otro aspecto relevante son los medios de comunicación. Sin televisión, el ciclismo pierde fuerza como deporte de élite y para el patrocinador deja de ser interesante la inversión publicitaria (no obstante, parece ser que Unipublic tiene resuelto este problema de cara al año 2005). Un equipo ciclista no sólo vive de la Vuelta Ciclista a España, que es el gran evento publicitario para los espónsores, existen además diez o doce pruebas de cinco días, cinco o seis clásicas de un día, además del Campeonato de España, el Campeonato Mundial, etcétera.

Por otro lado, la UCI (Unión Ciclista Internacional) ha creado para los próximos años la Liga Pro Tour y sólo ha seleccionado para esta competición cuatro pruebas españolas (Vuelta Ciclista a España, Vuelta Ciclista al País Vasco, Vuelta a Cataluña y Clásica de San Sebastián).

Esto significa que el resto de pruebas quedan fuera de ese calendario. Como ya he comentado antes, parece ser que Unipublic ha firmado contrato con Televisión para el año 2005 de aproximadamente el 70% de los eventos ciclistas fuera de la Liga Pro Tour, pero esto no deja de ser preocupante ya que puede darse el caso de que dichas pruebas coincidan con las pruebas Pro Tour, que son de obligatoria participación de los grandes equipos. Esto significaría que, en las pruebas pequeñas, la participación de grandes equipos y buenos ciclistas se vería mermada en gran manera, con el consiguiente problema para hacer interesante una prueba de menor categoría.

Participar en dicha liga exige grandes presupuestos avalados por los espónsores. En esta situación los equipos pequeños dejan de tener protagonismo y si en el futuro no hay televisión para las pruebas pequeñas, el panorama para patrocinadores y organizadores de eventos ciclistas fuera de Pro Tour se torna muy oscuro.

Otro tema, y como consecuencia de lo expuesto hasta ahora, es la base del ciclismo (como la de otros deportes). Esta radica en los equipos pequeños, donde tienen entrada ciclistas jóvenes y que son el futuro y cantera de los grandes equipos profesionales. Este asunto es fundamental y espero que la Unión Ciclista Internacional no cierre las puerta a pequeños espónsores y equipos que, repito, son la base del ciclismo.

Durante estos años, la rentabilidad de las inversiones publicitarias en ciclismo ha sido muy interesante para las empresas patrocinadoras. Una pequeña o mediana empresa, en función de sus presupuestos publicitarios, podía tener acceso, junto a otros patrocinadores, a formar un equipo ciclista con la posibilidad de estar un mínimo de 80 días representada en televisión.

Analizando todo lo expuesto, el futuro del ciclismo se nos presenta con grandes dudas para los espónsores, ¿es interesante seguir apostando por este deporte?

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