La debilidad del turismo causa el peor dato de paro en 20 años
No ha sido un mes bueno para el empleo. Los malos datos de afiliación a la Seguridad Social y de paro registrado en agosto evidenciaron que la desaceleración de la economía española en el segundo trimestre ha proseguido en el tercero y se ha reflejado ya en el empleo.
No ha sido un mes bueno para el empleo. Los malos datos de afiliación a la Seguridad Social y de paro registrado en agosto evidenciaron que la desaceleración de la economía española en el segundo trimestre ha proseguido en el tercero y se ha reflejado ya en el empleo. En agosto, la Seguridad Social perdió 207.845 cotizantes, lo que supone una caída del 1,2% en un solo mes, hasta dejar el total de afiliados en 17.073.045 ocupados.
Pero más alarmantes aún son los datos interanuales (los de los doce meses anteriores) que reflejan que en todo un año la Seguridad Social sólo ganó 261.231 cotizantes, lo que representa un débil crecimiento del empleo del 1,5% muy lejos de las tasas de crecimiento registradas en los últimos años. No se recuerda un incremento tan bajo en la afiliación desde 1994, cuando se destruyó empleo en el año.
El paro registrado en las oficinas del Inem no fue mejor y registró el mayor aumento en agosto de los últimos veinte años, al incrementarse en 13.217 personas, más del triple de lo que subió en el mismo mes del año pasado. Esta primera subida del paro tras seis meses consecutivos de descensos ha dejado el número total de desempleados en 1.598.392.
Sin embargo, los datos de ocupación no son tan preocupantes si se atiende a las cifras desestacionalizadas (corregidas de los efectos estacionales). Según dichos datos la afiliación a la Seguridad Social habría caído sólo en 20.000 personas, si bien el paro creció en 18.000 desempleados, 4.783 más que los difundidos por Trabajo.
Los datos desestacionalizados de julio ya avanzaron un claro enfriamiento del mercado laboral. Pero, ¿cuál ha sido el motivo de este descalabro veraniego? Hay varios factores aunque según aseguraron ayer los responsables de Trabajo ninguno de ellos hace pensar que exista un cambio de tendencia en la creación de empleo que viene creciendo con vigor en los últimos ocho años.
El freno experimentado por el sector turístico ha sido el principal causante de este parón en el empleo. En consonancia con los datos de contabilidad nacional facilitados el miércoles -que ya anticipaban el estancamiento de la demanda de los servicios-, el sector del comercio y la hostelería fue que que registró una mayor caída de afiliados en agosto (-55.020).
La desaceleración de la actividad en la construcción en los últimos meses también ha pasado factura al empleo de agosto.
Las cifras de Seguridad Social reflejan una pérdida de 44.057 cotizantes, lo que supone una caída de 2,6%, algo habitual según Trabajo por el cierre de pequeñas empresas que se van de vacaciones y por la práctica empresarial de dar de baja a sus trabajadores en verano. No es tan habitual que esta circunstancia repercuta en un aumento del paro en la construcción del 7%, con 12.418 parados más, lo que apunta de nuevo a un freno en la actividad.
El paro azota a la costa mediterránea
Si se hace un análisis de cómo ha afectado el desempleo a las distintas regiones españolas se obtiene una prueba evidente de que la desaceleración de la actividad turística es la principal causa del enfriamiento del mercado laboral. Y es que las comunidades de Valencia (con 5.592 parados más en agosto), Cataluña (3.586) y Andalucía (3.476) han sido las que han registrado mayores incrementos del desempleo, pese a ser las zonas más turísticas, sin contar a las islas. En otra región turística como Murcia el aumento del paro fue también importante, con 1.471 desempleados más.La campaña turística fue mejor en Canarias, la comunidad donde más cayó el desempleo, con 2.399 desempleados menos.Dicho esto, el paro registrado quebró su línea de descensos interanuales iniciada con vigor desde principios de año y que había conseguido que en julio sólo hubiera 11.680 parados más que hacía un año, la tasa más baja desde 2001. En agosto, esta cifra volvió a aumentar, ya que al terminar el mes había casi 30.000 parados más que doce meses antes, un 1,86% más.Pese a todo, la contratación registró nuevamente un récord tras la firma de 1.125.142 contratos, un 16% más que en agosto de 2003. Mejor aún se comportó la contratación indefinida que creció un 20,5% en tasa interanual, tras registrarse 81.385 contratos fijos en agosto, que representaban el 7,2% del total.
La afiliación de inmigrantes se estanca
Siguiendo la tónica registrada desde finales de 2003 la afiliación de trabajadores extranjeros volvió a estancarse en agosto en un crecimiento del 12,5%, una tasa que viene registrando todos los meses desde enero pasado.Esta situación llevo ayer al secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado, a interpretar que la afiliación de inmigrantes, que suman ya 1.055.656 (251.914 proceden de la UE-25 y los 803.742 restantes, de países extracomunitarios), está ya estabilizándose y no esperan que vuelvan crecimientos por encima del 30% como los registrados en 2002.No obstante, aunque Granado no citó qué ocurrirá de ahora en adelante, es de esperar que si el mercado laboral de los inmigrantes está ya maduro, su empleo empezará a rotar. De hecho en abril ya había 45.000 extranjeros que cobraban la prestación o subsidio por desempleo.Dicho esto, y al margen de los débiles datos de agosto, Granado confió en que la afiliación a la Seguridad Social termine el año con un crecimiento medio del 2,7%. Este porcentaje es idéntico al registrado en agosto, si se tienen en cuenta las cifras medias mensuales que maneja el Gobierno y que indican que el mes pasado había un total de 17.258.074 cotizantes (frente a 17.073.045 afiliados contabilizados a 31 de agosto).La tasa de afiliados por pensionistas siguió creciendo, sin embargo, (por la disminución de los últimos) hasta llegar a 2,49.