La sombra del nazismo vuelve a planear sobre IBM
IBM vuelve a estar en el punto de mira por su presunta colaboración con el nazismo durante la Segunda Guerra Mundial. El grupo, que ya afronta un proceso judicial que le puede costar unos 10.000 millones de euros, está siendo objeto de nuevas demandas.
El gigante informático IBM no logra dejar atrás la sombra del III Reich. Tras la demanda en 2001 de cinco víctimas del holocausto judío por proveer a los nazis con tecnología y servicios para 'catalogar a las víctimas de los campos de concentración', la compañía ha sido objeto de nuevas demandas presentadas por el colectivo gitano. IBM solicitó ayer a la Corte Suprema de Suiza que bloquee estas demandas y sus portavoces se mostraron 'confiados en que la tesis de la empresa prevalezca'.
Los demandantes acusan a la sociedad estadounidense, con sede en Ginebra durante la guerra, de facilitar la matanza de gitanos por la venta a la Alemania nazi de máquinas de perforación de tarjetas Hollerit. Al parecer, estas máquinas fueron utilizadas para hacer más eficiente la búsqueda, captura y exterminación de seis millones de judíos y de 600.000 gitanos en Europa.
De seguir adelante, este caso podría costar cerca de 10.000 millones de euros a la empresa, según estimaciones del fiscal Henri-Philippe Sambuc.
Los cinco demandantes exigen una reclamación de 16.554 euros para cada uno, mientras que la empresa informática ha rehusado hacer cualquier tipo de comentario sobre los costes y el estado del caso, según manifestó su portavoz.
Sin embargo, el fiscal Sambuc ha declarado que las apelaciones de IBM, que ya compensó con 2,48 millones a las víctimas que trabajaron como esclavos en la guerra, podrían retrasar el proceso otros cinco años más por la complejidad de la ley.
Un libro como telón de fondo en el proceso
l El periodista Edwin Black publicó en febrero de 2001, coincidiendo con las demandas contra la compañía norteamericana, el libro IBM y el holocausto. La polémica obra relata como el fundador del grupo, Thomas Watson, aceptó en 1937 la medalla de honor con que Hitler premiaba a los extranjeros que se hacían 'merecedores del Tercer Reich'.