La reforma fiscal y el terrorismo centran el debate republicano
Rudolph Giuliani, ex alcalde de Nueva York, y el senador John McCain, fueron los encargados anoche del discurso inaugural de la Convención Republicana que se celebra hasta el día 2 en Nueva York. Considerados como dos moderados dentro de un partido que en la práctica de la presidencia se ha decantado por una línea neoconservadora, ambos políticos se encargaron ayer de alabar al candidato a la presidencia George Bush y presentar el ala más centrista de una organización, necesitada de votos de indecisos para marcas diferencias en las encuestas con los demócratas.
Giuliani, cuyo discurso no se había producido al cierre de esta edición, tenía previsto compararle con Winston Churchill por su lucha contra el terrorismo. Todas los días habrá un lema en las reuniones y ayer éste era 'Una nación valiente'.
La idea de esta Convención es presentar al actual presidente como un determinado comandante en jefe que merece revalidar su puesto por ello y por ser el arquitecto de una nueva dirección económica y social a través de la llamada 'Sociedad de la Propiedad'. Bush no puede olvidarse de la economía cuando la salida de la recesión no ha sido todo lo robusta que se esperaba. La llamada 'Ownership Society' consiste en poner en la práctica la máxima republicana de 'cuanto menos estado mejor'. Para ello el presidente hablará de las grandes reformas por hacer, particularmente en el área fiscal. Se esperan algunos detalles de propuestas para animar a que individualmente los ciudadanos ahorren e inviertan más, tengan más poder de gestión en sus planes de pensiones, con una reforma del sistema que incluye cuentas de ahorro deducibles.
Para el economista Paul Krugman éste es el plan con el que se quiere privatizar buena parte del Estado.