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CincoSentidos

Madrid quiere ser capital de la fiesta

De Colmenar Viejo a Aranjuez, la comunidad presenta un mapa taurino plagado de festejosToros

Durante estos días se están celebrando las tres grandes ferias de agosto en la Comunidad de Madrid: San Sebastián de los Reyes, Colmenar Viejo y Alcalá de Henares. Tres poblaciones que comparten una larga tradición taurina y a las que separa el propio concepto de feria que se celebra en su plaza de toros.

En San Sebastián de los Reyes y en Alcalá de Henares predomina el gusto toreísta. Sin embargo, Colmenar Viejo, sin duda como recuerdo de su ya lejana importancia en el mundo de la ganadería brava, se decanta por el torismo, que centra su atención en la presentación del toro, muchas veces desmesurada.

Esas tres grandes localidades madrileñas ponen, en agosto, en ebullición una zona de una gran actividad taurina. En cuanto a número de festejos, en el año 2003, en la Comunidad de Madrid se celebró un total de 345 espectáculos, lo que la sitúa en tercer lugar en el ranking de España. Por delante están Andalucía, con 432, y Castilla-La Mancha, con 364.

Sin embargo, en las provincias de Sevilla y Toledo, que lideran sus respectivas comunidades, únicamente se celebraron 65 y 129, respectivamente. En total, en España y Francia se dieron 2.208 espectáculos (161 fueron en el país vecino), de los que 1.072 fueron corridas de toros, 684 novilladas picadas y 452 festejos de rejones.

Además de los anteriores, hay otros dos datos muy significativos en el análisis comparativo de los festejos taurinos que anualmente se celebran en España. Tomando con base los del año pasado, en Madrid se programaron 145 corridas de toros, 52 festejos de rejoneo y 148 novilladas, 40 más que las organizadas en toda Andalucía y también 13 más de las celebradas en Castilla-La Mancha.

El otro dato hace referencia a las localidades en que estos festejos menores tuvieron lugar. En Madrid, hubo 92 novilladas en plazas portátiles, casi las mismas que en la comunidad manchega. Vistos los números, dos conclusiones saltan a la vista. En Madrid y en Castilla-La Mancha las novilladas, que no debe olvidarse que son la base y también el futuro de la fiesta, tienen un gran arraigo popular. Lo mismo que la fiesta en sí, puesto que llega tanto a las ciudades grandes y a los pueblos con plazas de obra, como a aquellas localidades pequeñas en las que es necesario instalar una plaza desmontable para así hacer posible la celebración de su tradicional feria taurina.

En cualquier caso, a lo largo y ancho de toda la Comunidad de Madrid hay una gran diversidad de gustos y aficiones. Es evidente que la feria de San Isidro, con su marcado acento torista, tiene una gran influencia en el resto de la región.

Sin embargo, la importancia se encuentra más en la feria que en la plaza de Las Ventas pues, fuera del gran abono de mayo, la asistencia de público a los festejos de domingo es escasa, fruto de la mala oferta que en su ruedo se produce. Sin embargo, aunque los aficionados de los pueblos no se desplazan a la capital los domingos, desde luego sí acuden a los toros en sus respectivas localidades.

El mapa taurino de Madrid tiene varias zonas muy claramente diferenciadas. En el norte y el oeste de la comunidad, con Colmenar Viejo y Cenicientos como puntos irradiadores de afición, predomina el torismo. En tanto que en el sur, con Aranjuez y Leganés a la cabeza, se prefiere el toreísmo.

San Sebastián de los Reyes y Alcalá de Henares también se alinean con esos aficionados que centran sus gustos más en el torero que en el toro. Cenicientos, en cuya feria de días atrás resultaron gravemente heridos dos banderilleros, se encuentra situado en el denominado Valle del Tiétar, una región conocida como 'valle del terror' o 'valle del honor', según quiénes sean los que la nombran.

En cualquier caso, se mire al toro o al torero, se prefieran los festejos menores o los encierros, resulta evidente que, por encima de los diferentes gustos y aficiones, en Madrid la fiesta tiene una enorme vigencia. Rara es la localidad, grande o pequeña, con plaza o sin ella, que dentro de sus fiestas patronales no programa algún espectáculo taurino.

Las plazas que dan arte y oficio

Para los novilleros, los Reyes Magos llegan en septiembre. Es en este mes cuando se celebra en España la gran mayoría de las ferias de novilladas, con tres muy importantes a la cabeza: la de Algemesí en Valencia, la de Arnedo en La Rioja y la de Arganda del Rey en Madrid.Sin embargo, además de la de Arganda del Rey, en la Comunidad de Madrid en este mes de septiembre se organizan otros seis abonos sólo para noveles.En este periodo, el protagonismo recae en las localidades de El Álamo, Villa del Prado, Galapagar, Cadalso de los Vidrios, Navalcarnero y Moralzarzal. Se trata de plazas que promocionan como pocas la base de la fiesta taurina de una manera decidida y unánime.No suelen ser pequeños los novillos que se lidian en esas ferias, por este motivo es comentario unánime que el torero que pasa por ellas con buen pie adquiere un oficio que le será de gran utilidad para el momento en el que decida acceder a tomar la alternativa.Por todo ello, no es de extrañar que a lo largo del pasado año, se celebrasen en Madrid más novilladas picadas que corridas de toros y que ésas supusieran casi el 22% del total de las programadas tanto en España como en Francia.

Encierros y capeas completan la fiesta

Como complemento imprescindible a los festejos taurinos, en un buen número de localidades madrileñas se celebran los tradicionales encierros, acompañados de la suelta de vaquillas, de las capeas y de los espectáculos de recortadores y saltadores.Así sucede cada mañana de toros en San Sebastián de los Reyes, una ciudad que programa uno de los encierros más emblemáticos de España. No se puede precisar con exactitud desde cuando se corren los toros por las calles de esa localidad madrileña, aunque hay documentos que los sitúan en los años ochenta del siglo XV. A partir de ahí, mejor o peor organizados, con uno y otro recorrido, dependiendo siempre de la ubicación de la plaza de toros, nunca han faltado los encierros en la llamada 'Pamplona chica'.Además de en San Sebastián de los Reyes, por estas fechas también hay encierros en Alcalá de Henares y en Arganda, donde también se celebra la suelta de vaquillas como así ocurre en la preciosa plaza de Buitrago de Lozoya, instalada en el recinto del castillo. En Perales de Tajuña y en Navalcarnero hay recortadores y lo mismo en un sinfín de pueblos grandes y pequeños, en plazas fijas, portátiles o de palos, esencia y origen todo ello del verdadero espíritu de la fiesta.

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