No sin el casco
La Dirección General de Tráfico solicita a los ayuntamientos con Policía local que inmovilicen las motos si el conductor va sin protección
Entre el 30% y el 40% de las 758 personas que fallecieron en 2003 en accidente de moto se hubiesen salvado de haber llevado casco. Con esta premisa se entiende el deseo de la Administración de generalizar su uso. Sin embargo, los poderes públicos no siempre cumplen con su parte. El uso del casco se limita notablemente en las zonas urbanas. Si en carretera lo lleva un 93%, en las ciudades se reduce al 78%. Y si se trata de motos de pequeña cilindrada (ciclomotores) el porcentaje baja al 63%. Así pues, la batalla hay que darla en las ciudades y, por tanto, depende de las autoridades municipales.
El director general de Tráfico, Pere Navarro, remitió a los más de 2.000 alcaldes con Policía municipal una carta solicitando su colaboración. 'Se trata de realizar una actuación decidida y contundente por parte de los policías municipales denunciando e incluso inmovilizando el vehículo, para generalizar el uso del casco entre los conductores y ocupantes de las motocicletas y ciclomotores', decía la misiva.
'El control en las ciudades compete a las policías locales y es importante que se ejerza', declara Federico Fernández, subdirector general de Circulación de la DGT, que matiza: 'Entre los ayuntamientos hay de todo; los que son muy activos en este tema y los que no lo son tanto. Aun así, no decimos a las policías locales cómo deben actuar. Podría parecer pretencioso por nuestra parte'.
La medida más eficaz para imponer el casco es inmovilizar la moto
Eugenio Dobrynine, de CEA, va algo más allá y declara que para muchos alcaldes una campaña severa no es rentable políticamente. 'Se puede inmovilizar la moto si no se lleva casco, pero no se está haciendo; no hay control ni vigilancia', dice Dobrynine.
El intendente de la unidad de motos de la Guardia Urbana de Barcelona, José Royuela, tiene claro el camino a seguir. 'En Barcelona tenemos un uso del 94% que se ha conseguido a base de vigilancia intensiva y de sanción'. El secreto está en que el conductor sepa que circular sin casco conlleva una multa. Y algo más. 'Llevamos inmovilizando el vehículo muchos años', afirma. Para Royuela, la voluntad política al máximo nivel municipal es decisiva. Así se evita que haya distintos criterios según los distritos de una misma ciudad. Pone un ejemplo revelador. 'Muchos motoristas de municipios aledaños a Barcelona traen quitado el casco y cuando entran en nuestro término se lo ponen'.
Ahora en Barcelona dan un paso más. Ya no sólo se preocupan de que se lleve el casco, inciden en que esté bien puesto (abrochado) y que sea homologado (nada de cascos de hípica o similares).
En Málaga y los pueblos de la Costa del Sol, azotados por el calor, tenían hace dos años un bajo uso del casco (20%). Tras un plan conjunto de todas las Administraciones se ha incrementado al 80%. El segundo de la Policía local del Ayuntamiento de Málaga, José Barruezo, destaca que la mejor medida es la inmovilización. Sin embargo, declara que se está produciendo la picaresca de algunos conductores que llevan el casco quitado y tras la multa se lo ponen y siguen circulando. Si en todo 2003 inmovilizaron 2.010 motos, en lo que va de 2004 se ha rebajado a 553. Sin embargo, las multas han crecido.
Fernando Autrán, coordinador de servicios a la comunidad del Ayuntamiento de Madrid, insiste en la educación. 'Nuestra política es intensificar la concienciación y luego perseguir y acudir al régimen sancionador. Incentivamos la moto como vehículo urbano y estamos estudiando campañas de promoción del casco' declara. Sobre la decisión de unos policías de Madrid de llevar a unos jóvenes que circulaban sin casco para observar a un accidentado, Autrán la considera acertada y la califica de ejemplarizante, opinión que comparte la mayoría de los expertos en seguridad vial. 'Vale más que cien multas', coinciden.