La facilidad de acceso a la red y la seguridad
La revolución de la información sigue un paso trepidante. Si a principios de los noventa el boom de internet proporcionó a nuestra sociedad conectividad y descentralización de la información, a finales de los noventa la banda ancha (ADSL) tomó el relevo de esta revolución, ayudando a desarrollar, aún más, la recién concebida sociedad de la información, aportando velocidad y mayor accesibilidad.
En el umbral del nuevo milenio, la llegada de un creciente número de aplicaciones y de tecnologías, como Wifi (wireless fidelity), es decir, conexión sin cables, o el proyecto de acceso a internet por la corriente eléctrica, confirma que la revolución de las comunicaciones a día de hoy sigue siendo una realidad.
Pero no todo es coser y cantar. La conectividad generada por el World Wide Web, ampliada y acelerada con la banda ancha y descentralizada por las últimas tecnologías del sector, es susceptible a la falta de seguridad y la capacidad inherente de cada unidad operativa; es decir, la capacidad de la que puede disponer uno mismo depende en gran parte del equipo al que tiene acceso.
Hoy en día, con los recientes avances en tecnología Wifi, los espacios abiertos al público, como los aeropuertos, cafeterías y centros de negocios, están actualizando su infraestructura tecnológica para poder ofrecer redes de áreas locales inalámbricas a aquellos equipos con tecnología Wifi. Esta tecnología habilita e incrementa la productividad de los trabajadores como agentes comerciales que, por motivos laborales, tienen que estar en movimiento constante. Es más, la falta de apoyo de empresas a sus trabajadores con necesidades estáticas, podría provocar pérdidas de productividad de hasta un 20% mientras que con la tecnología Wifi se estima que se podría incrementar la productividad de un negocio hasta en un 30%.
El gran problema surge con la seguridad. La búsqueda de una forma de transmisión de datos por el denominador común más bajo para acceder a cualquier red inalámbrica que permita realizar el seguimiento del historial de un cliente, correo electrónico y el acceso a imágenes o datos, tiene como revés riesgos inherentes. Como los puntos Wifi emiten en todas direcciones, pueden ser interceptados por cualquier equipo o persona preparada para ello. La solución a estos nuevos retos tecnológicos debe proporcionar una infraestructura intrínsecamente segura.
Para ello, hay métodos que eliminan el factor riesgo de la ecuación, a través de acceso a una infraestructura de múltiples niveles sin importar cómo se conecta el usuario.
Un gran paso es la centralización informativa y operativa para que el servidor ejecute todas las aplicaciones y que el usuario sólo transmita los clics del ratón, del teclado y las actualizaciones de pantalla. En el caso de que se intercepte información, no sería de utilidad para el interceptor. Es más, un código de encriptación, elemento estándar tanto para el servidor como para el usuario, protegería todas las aplicaciones viajando por internet, además de poder pasar sin problemas por los firewalls.
La gestión de códigos de acceso, frecuentemente un problema en las redes tradicionales que puede llegar a disminuir la productividad del trabajador o empresa, deberá ser simplificada con el uso de un único código de identificación de acceso, ahorrando en costes operativos.
La solución que permita movilidad en el uso de las nuevas tecnologías, deberá ser compatible con los sistemas a los que se conecta.
Las empresas gastan dinero y tiempo en la adaptación y compatibilidad de sistemas, aplicaciones y usuarios, problema frecuente que también necesita ser investigado. Aquí el problema es el uso de sistemas de usuarios, en principio, no compatibles. Con la tecnología Wifi, es necesario compatibilizar los servidores y usuarios, permitiendo el acceso, sin cargar al usuario de información innecesaria y sin limitar la velocidad, a sitios, foros y anexos mediante el interfaz del usuario.
Por eso, es fundamental que las soluciones de movilidad para los usuarios/trabajadores faciliten el uso de sus herramientas hasta poder equiparase con un desktop PC.