Madrid subirá al tranvía en el año 2007
Las calles de algunas localidades de la Comunidad de Madrid y los nuevos barrios del norte de la capital se verán salpicadas de modernos metros ligeros a partir de 2007.
La Consejería de Transportes e Infraestructuras convocó ayer las obras de las líneas a Boadilla, Pozuelo y los nuevos desarrollos urbanísticos de Las Tablas y Sanchinarro, una vez que se han obtenido los permisos medioambientales y el reloj corre en contra del objetivo primordial: inaugurar estos corredores antes del final de la legislatura. El presupuesto del concurso asciende a 336,4 millones de euros.
El Ejecutivo también licitó ayer el tramo de la ampliación del metro a Villaverde Alto, por 92,5 millones.
Pero, ¿qué es un metro ligero? En realidad tiene numerosas características en común con el convencional, con la diferencia de que las instalaciones, el trazado y los trenes están diseñados para atender a más población, gracias a la facilidad con la que se adaptan a los recorridos.
Al ser más flexibles, estos trenes pueden hacer giros más cerrados, tienen un alto grado de integración con el paisaje urbano y además están dotados de piso bajo para facilitar el acceso a personas con movilidad reducida.
Su construcción es más sencilla, económica y rápida, tiene menor consumo energético y nula contaminación atmosférica. La apariencia es muy similar a la de los antiguos tranvías, pero los responsables de la Consejería de Transportes están empeñados en conservar la definición técnica de 'metro ligero', porque aseguran que el término tranvía tiene connotaciones de 'antiguo, obsoleto, lento, propio del pasado'.
Sin embargo, las mismas fuentes admiten que serán los ciudadanos los que bauticen finalmente este nuevo medio de transporte. 'Suponemos que la gente lo identificará con el tranvía o con algún otro calificativo propio del ingenio popular', añaden.
Lo cierto es que son muchas las ciudades en Europa y el resto del mundo que están optando por recuperar este transporte ante las posibilidades de comunicación que ofrece, su bajo impacto medioambiental y, lo más importante, su menor coste comparado con el metro convencional.
Las perspectivas son muy halagüeñas, ya que en todas las grandes ciudades donde se ha puesto en marcha se han superado las previsiones de usuarios y Madrid espera no ser la excepción.
En busca de capital privado
Los tres corredores de metro ligero que la Comunidad de Madrid licitó ayer recuperarán la fórmula de financiación que ya puso en marcha con la línea de Arganda. Es decir, la empresa pública Mintra seguirá siendo la propietaria de la infraestructura, pero su explotación se cederá a la iniciativa privada. Por primera vez, la empresa que resulte adjudicataria de la gestión se hará cargo además del mantenimiento y explotación del material móvil.Entretanto, la Consejería de Transportes negocia desde hace meses con Telefónica, SCH y El Corte Inglés su participación en la financiación de estas líneas, ya que las tres compañías están interesadas en llevar el metro a sus centros de negocios en San Sebastián de los Reyes, Boadilla del Monte y Sanchinarro, respectivamente. Fuentes del Gobierno regional apuntaron que las conversaciones con Telefónica están muy avanzadas, mientras en los otros dos casos aún quedan pendientes varios asuntos.En el caso de El Corte Inglés la negociación es diferente, ya que su centro de Sanchinarro está plenamente operativo. SCH ya ha iniciado su traslado a Boadilla.