Los mecánicos esperan una avalancha de coches averiados
Los talleres mecánicos y de chapa ya se están preparando para la avalancha de vehículos averiados que llegarán, más tarde o más temprano, a sus instalaciones. La tarea no se presenta fácil ante el colapso que se puede producir si se prolonga el paro técnico de las grúas, que afecta a once comunidades autónomas y tres provincias. En el País Vasco, donde el paro dura ya un mes y cuyas carreteras están sembradas de coches repartidos por los arcenes, se han puesto manos a la obra. Los talleres integrados en la Confederación Vasca de Empresarios de Automoción han comenzado a abrir listas de espera. 'Aconsejamos a los propietarios que llamen y pidan cita', asegura Fernando Díaz, secretario general de la confederación que aglutina a este sector en Euskadi, donde hay cerca de 1.700 talleres homologados.
Esta estrategia permitirá ordenar una labor que se presenta complicada. Si hasta ahora las averías menores se resolvían en un plazo máximo de una semana, a partir de la finalización del paro técnico este periodo se ampliará hasta un mínimo de 20 días. En el caso de vehículos con graves problemas de chapa o de motor, la estancia se puede prolongar hasta casi dos meses. 'Se va a dar el caso de que un coche tirado en la carretera a primeros de agosto no se entregue hasta finales de octubre o quizá noviembre', sentencia Díaz. Un problema añadido será la falta de espacio. Las instalaciones de reparación no podrán a acoger a los vehículos que ya han sido retirados de las carreteras y que están ya en la lista de espera. 'Algunos talleres parecerán más locales de desguace que de reparación', señala el propietario de una empresa situada en Vizcaya, a la vez que pide paciencia y flexibilidad a los perjudicados, 'porque el trabajo lo seguiremos haciendo bien'. Los talleres de las zonas más afectadas, que también incluye a Asturias, respetarán, en cualquier caso, el riguroso orden de petición de reparación.
En el escenario 'del día después' los proveedores de piezas también tendrán problemas. De momento no han realizado compras excepcionales y no se quieren cargar de existencias a pesar de que se producirá una riada de peticiones. Los peritos también andan preocupados pese a que las repercusiones aún no se notan. 'Tendremos margen de maniobra porque serán los talleres los que marquen el ritmo', dice un perito. El problema vendrá sin duda de la mano de las reclamaciones de los automovilistas y de cómo se hagan frente a los hurtos.
De momento no se están comprando piezas de repuesto de más, a pesar de la riada de peticiones que se producirá en determinadas comunidades
En las comunidades en las que el paro ha comenzado más tarde la situación es algo distinta. 'Recomendamos a los talleres que atiendan todas las llamadas. Es nuestra obligación', señalan desde la Confederación Española de Talleres de Reparación y Afines (Cetraa). Desde varios talleres de Madrid afirman que muchos centros están tratando de resolver las asistencias con sus propias grúas o contratando los servicios. En un taller de Valencia indican que desde el inicio del conflicto 'entran la mitad de coches' y que en septiembre se percibirá cierta acumulación de vehículos. 'Se va a notar sobre todo en los talleres de chapa', dice Juan Carlos Busquets, encargado de un taller de Barcelona. 'Pero deberíamos estar preparados para ciertas puntas de trabajo'.