El precio de la vivienda crece a un ritmo del 17%
La esperanza de que el mercado inmobiliario español hubiese iniciado el deseado aterrizaje suave de los precios apenas ha durado 45 días. El Ministerio de Vivienda tiene ya prácticamente terminada la estadística correspondiente al segundo trimestre de este año y el dato es revelador.
La esperanza de que el mercado inmobiliario español hubiese iniciado el deseado aterrizaje suave de los precios apenas ha durado 45 días. El Ministerio de Vivienda tiene ya prácticamente terminada la estadística correspondiente al segundo trimestre de este año y el dato es revelador.
El incremento medio de los precios se mantiene en el 17% sobre idéntico periodo de 2003, solamente dos décimas menos que en el primer trimestre de este año (cuando crecía a un ritmo del 17,2%) y 1,7 puntos por debajo de la tasa alcanzada en junio de 2003, la mayor del boom al sumar el 18,7%.
Fuentes del departamento que dirige María Antonia Trujillo han reconocido su sorpresa por este dato, ya que en julio las cifras que comenzaron a publicarse confirmaban los mensajes lanzados por las principales empresas del sector: el boom de precios había tocado techo. Sin embargo, la estadística no deja lugar a dudas, 'no sólo no puede hablarse de desaceleración, sino que todavía hay muchos territorios donde las cifras están más cerca del 20% que del 15%, por lo que lo más optimista es pensar que estamos ante una estabilización', explican las mismas fuentes.
Madrid y Barcelona, así como sus áreas de influencia, han registrado encarecimientos medios del 19%, mientras que la comunidad autónoma de Andalucía supera ampliamente el 20%.
Por su parte, Canarias y Baleares, dos de las zonas donde comenzó la actual escalada de costes parecen haber estabilizado sus crecimientos por debajo de la media nacional.
El Ministerio de Vivienda, que tiene previsto publicar esta estadística en los próximos días, utiliza desde comienzos de este año una nueva metodología según la cual los resultados de cada provincia no ponderan según su población como hasta ahora, sino en función del número de viviendas que hay censadas en cada código postal. Con esta evolución de los precios y si no hay sorpresas durante el segundo semestre del año, 2004 será otro ejercicio en el que no se cumplirán las proyecciones de los analistas.
Todos los estudios aseguraron al inicio de este año que la menor demanda contribuiría a ralentizar la escalada de precios y que ésta no alcanzaría los dos dígitos. Sólo algunos servicios de estudios, como el del BBVA, apuntaron que el encarecimiento medio podría alcanzar el 12%. Con los datos ya conocidos de los dos primeros trimestres, la revalorización al cierre del ejercicio estará muy próxima al 15%.
Donde sí parece confirmarse la desaceleración es en la producción de vivienda nueva.
Las últimas cifras disponibles, referidas al mes de mayo, establecen que el incremento en el número de casas visadas se ha reducido del 19,5% interanual de mayo de 2003 a un 9,2% en el mismo mes de este año.
Los expertos estiman que los números de producción de nueva vivienda, que aportan los colegios de aparejadores y arquitectos técnicos, hacen prever que, aún siendo un nivel de actividad bueno, a finales de este ejercicio no se podrá superar la barrera psicológica de las 600.000 casas iniciadas, que ya se superó en 2002 y 2003.
Un año más se superarán los pronósticos que prevén alzas del 10%
El mercado británico se enfría
Uno de los mercados europeos que, como el español, ha registrado en los últimos años fuertes encarecimientos de la vivienda es el británico, donde además se han producido ya las temidas subidas de tipos de interés por parte del Banco de Inglaterra (en el 4,75%).Las últimas cifras estiman que en agosto los precios cayeron un 0,1% en tasa anual por segundo mes consecutivo, mientras la demanda se desaceleró un 4%.Sin embargo, los analistas no temen que vaya a producirse un pinchazo o caída brusca, tal y como ya ocurrió en Gran Bretaña hace una década.'La fuerte demanda de vivienda que ha vivido el Reino Unido está sustentada en la buena marcha de la economía y, mientras se continúe creando empleo, las familias no tendrán dificultades para pagar sus hipotecas, por lo que, como en el caso de España, no existe clima de preocupación', explica Mark Clifford, director de Valoraciones de Richard Ellis.