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Telefonía móvil

El móvil renuncia a 120 millones por la eliminación de la cuota

La estrategia de las operadoras de móvil de eliminar la cuota de abono y otros pagos fijos ha sido un éxito para su cartera de clientes de contrato y para el consumo, pero ha tenido un coste. Las tres compañías renunciaron el año pasado a 120 millones de ingresos por este concepto.

Las operadoras de móvil tienen seis vías para recaudar ingresos y sólo una de ellas mostró una caída el año pasado: las cuota de alta y abono. Y es que la política de eliminar o reducir al máximo estos pagos fijos iniciada por Telefónica Móviles y continuada por Vodafone y Amena ha pasado factura.

Las tres compañías españolas han renunciado con esta estrategia a casi 120 millones de ingresos el año pasado, que se unen a los 142 millones perdidos en 2002, según los datos de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT). El resultado es que, si Telefónica Móviles, Vodafone y Amena facturaron 452 millones a sus clientes en 2001 por cuotas fijas, esta cifra ha quedado reducida a 190 millones al finalizar 2003.

Las cuotas de alta y de abono son ahora el segmento que menos pesa en las cuentas de las operadoras, sólo por detrás del incipiente negocio del GPRS, y muy lejos de los SMS. Suponen el 2,2% del total, frente al 20% que representaban en 1999.

Pero lo perdido por este concepto ha sido compensado con creces con los beneficios de esta estrategia. Fue Amena la primera que perturbó la cómoda competencia que había entre Telefónica Móviles y Vodafone con la eliminación de la cuota de alta. Luego le tocó el turno a Móviles, que trastocó el mercado al suprimir la cuota mensual y sustituirla por un consumo mínimo, algo que sus competidoras sólo habían puesto en práctica en ofertas puntuales. Hoy, las tres operadoras han hecho suya la misma política y recaudan una media de 2,2 euros por cliente en concepto de cuotas fijas, frente a los casi 11 euros de inicios de 2000.

Todas estas reducciones persiguen los mismos objetivos. El primero de ellos es hacer más atractiva la modalidad de contrato -la que antes soportaba las cuotas fijas- frente al prepago, con el fin de conseguir tanto la migración de clientes de tarjeta como la adhesión de nuevos usuarios directamente al prepago. Otra meta es la fidelización de los consumidores de abono y, la última, aumentar el consumo.

Los resultados de 2003 demuestran que los objetivos se han cumplido. Los ingresos por tráfico cursado crecieron un 19% y han vuelto a recuperar peso en el reparto global. El avance de los mensajes cortos y las cuotas fijas habían hecho que su importancia en el total de ingresos retrocediera tanto en 2001 como en 2002, pero la práctica desaparición de los abonos mensuales ha permitido que, el año pasado, vuelvan a suponer más del 79% de la facturación del móvil.

Los contratos de abono recuperan posiciones

No han llegado al punto de descuidar la captación de nuevos clientes, pero en estos momentos el reto de las operadoras de móvil es robar usuarios a la competencia y elevar el gasto de los que ya tienen. Y para conseguir esto último la batalla está en la migración de los clientes de prepago a la modalidad de abono. A ella se han aplicado las tres compañías y los resultados han sido buenos.El número de clientes de abono creció un 23,2% el año pasado, frente al tímido incremento del 3,6% en el prepago, muy inferior al registrado el ejercicio anterior. Pero quizá la mejor noticia es que el 45% de las altas de la modalidad pospago procedieron de usuarios prepago migrados.Aun así, todavía queda camino por recorrer. El prepago sigue copando el 58% del mercado.

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