Sin riesgo no hay rentabilidad
Los inversores españoles que tienen su dinero en fondos de inversión no se han caracterizado por asumir riesgos excesivos en sus decisiones de colocación. Más que inversores, en los fondos de inversión hay ahorradores. El importante volumen de dinero que hay en los fondos, unos 212.000 millones de euros, no gana mucho en las subidas de los mercados pero, a cambio, sufre poco en las bajadas. El dinero en fondos de perfil arriesgado no llega ni al 10%. Los gestores, buenos o malos, tienen sus méritos y sus fracasos; los primeros les lucen poco y los segundos apenas se notan.
El dinero refugiado de forma permanente en los fondos de inversión que podrían calificarse como eminentemente defensivos ronda los 96.500 millones de euros, es decir, un 45,5% del patrimonio total de los fondos. Esa cifra es la suma de los patrimonios que tienen los fondos monetarios o FIAMM y los fondos de renta fija a corto plazo. Es decir, aquellos en los que casi no existe riesgo de pérdida y donde las rentabilidades están ligadas a los tipos de interés a corto plazo.
Hay un segundo bloque de dinero que se ubica en la amplia familia de los fondos de inversión garantizados, tanto de renta fija como de renta variable. Estos últimos, los más numerosos, tienen cierto nivel de riesgo en la medida en que la garantía cubre frente a las pérdidas pero no asegura beneficios, que pueden ser nulos, según y como evolucionen los mercados a los que están referenciadas las ganancias que se prometen (bien cestas de índices bursátiles, de valores o de divisas).
Las comisiones de gestión de los fondos más rentables oscilan entre el 0,95% las más bajas y el 1,90% las elevadas. Los orientados a empresas bajan al 0,1% o al 0,05%
En conjunto, los fondos garantizados representan en la actualidad el 24% del patrimonio, lo que significa que, unido al patrimonio que se encuentra en fondos más estrictamente defensivos (monetarios y de renta fija a corto plazo), el patrimonio de perfil claramente conservador en España representa del orden del 69,5% del dinero total que manejan los fondos de inversión. Es decir, unos 147.000 millones de euros. Un volumen de patrimonio que se puede considerar blindado ante las pérdidas de mercado y ante los avatares tanto de la renta variable como de la renta fija.
La contrapartida de la seguridad es la modestia de las rentabilidades. El rendimiento medio en lo que va de año de los fondos de inversión monetarios y de renta fija a corto plazo es del orden del 0,8% y en términos anuales (sobre la misma fecha de hace un año) se sitúa en torno al 1,6%, lo que significa que en ninguno de los dos supuestos este amplio colectivo de fondos está permitiendo a la amplia masa de inversores contrarrestar la tasa de inflación.
Solamente un reducidísimo grupo de estos fondos hace la excepción. Con rentabilidades anuales por encima del 3,4% (tasa de inflación de finales de julio) sólo hay dos fondos de inversión conservadores, ambos de la misma gestora (una caja de ahorros), aunque uno de ellos, el más rentable, está dirigido a clientes de alto volumen de inversión, 60.000 euros como mínimo. El otro fue bautizado en su día con el descriptivo nombre de Everest 2000 y está haciendo honor al marketing desplegado con su lanzamiento, ya que es el que ha llegado más alto en ganancias, aunque sea en el poco rentable segmento de los fondos defensivos.
Las comisiones de gestión de los fondos más rentables oscilan entre el 0,95% las más bajas y el 1,90% las más elevadas. Algunos casos excepcionales, los que representan algunos pocos fondos orientados a la gestión de tesorerías empresariales, llegan a fijar comisiones del 0,05% o del 0,10%, pero son fondos que no están disponibles para el inversor particular debido a la elevada cuota de entrada o inversión mínima requerida.
Lo más habitual en el mundo de los fondos es que una alta comisión no siempre es sinónimo de mejor garantía de calidad en la gestión y, por lo tanto, de mayor rentabilidad. Entre los fondos de perfil defensivo, que son de los menos rentables del amplio abanico de fondos de inversión, algunos presentan las comisiones que se sitúan entre las más altas comisiones de gestión de todo el sector.
Altas comisiones que van en detrimento de la rentabilidad para el partícipe. La rentabilidad es neta de comisiones, es decir, que cuando un fondo presenta un rendimiento del 2%, esa rentabilidad ya ha descontado lo que perciben los gestores vía comisiones.
Algo más de la mitad de los fondos de perfil defensivo presentan rentabilidades inferiores a la comisión de gestión. En realidad, algunos de los inversores que están en fondos de bajo riesgo lo están de forma transitoria, a la espera de apostar por otros mercados y sólo utilizan los fondos refugio para aparcar de forma temporal su dinero.
Largo plazo y gestión alternativa
La dinámica de los tipos de interés condicionará los movimientos de los inversores. Pero las previsiones de tipos ofrecen ahora mismo márgenes para la duda. Hay quienes ven en los tipos de interés a largo plazo expectativas claras de ganancia. 'Los precios de la renta fija pueden mejorar', asegura Alfonso Gurtubay, responsable de renta fija de Barclays Gestión.En estos momentos, los tipos a largo plazo están cerca de los mínimos del año, en torno al 4,10% en el plazo de 10 años, y podrían bajar en un plazo de seis meses hasta niveles del 3,50%, cree Gurtubay. De ser así, la inversión más rentable para un inversor defensivo podría estar en los fondos de renta fija a medio y largo plazo, 'es decir, en los fondos que ahora mismo no compra casi nadie'.A medida que bajan los tipos a largo plazo suben las rentabilidades de los fondos que invierten en estos activos. Rodrigo Achirica, director general de la gestora Interdin, cree que una opción interesante para los inversores que buscan seguridad es invertir en fondos de gestión alternativa, es decir, aquellos que ofrecen un objetivo de rentabilidad absoluta independientemente de lo que suceda en los mercados, aunque también hay opciones en los segmentos de los fondos mixtos conservadores o defensivos.