Inversores británicos hacen campaña contra el Santander tras su oferta por Abbey
La oferta presentada el 26 de julio por el Santander para adquirir Abbey National ha destapado la caja de los truenos en el sistema financiero británico. Así, mientras que la banca británica se muestra poco dispuesta a que el Santander concluya con éxito esta operación, y el mercado espera una contraoferta de un banco británico para comprar Abbey, algunos inversores han iniciado también una campaña contra el consejo del Santander, según indicaba ayer el Daily Telegraph.
El rotativo británico asegura que los inversores británicos 'desconfían' del gobierno corporativo del Santander. Una de sus principales críticas se basa en la eliminación hace dos años del límite de 72 años para la jubilación en el consejo, algo que está permitido en las prácticas de buen gobierno españolas.
También hace hincapié en que el presidente, Emilio Botín, lleva en el consejo desde 1969 y ocupa la presidencia desde 1986. Además, se muestran contrarios de que cuatro miembros de la familia Botín sean consejeros, 'a pesar de que su participación asciende sólo al 2,8%'. Fuentes del Santander citadas por el rotativo niegan estas acusaciones y subrayan que el banco fue el primero en eliminar los estatutos antiopa y que Botín fue el primer presidente español de una gran empresa en hacer públicas sus remuneraciones. Y recuerdan que en abril, la consultora Deminor dio al SCH una puntuación de 8 sobre 10 en prácticas de gobierno corporativo.
Por otra parte, sindicatos españoles y británicos con representación en SCH y Abbey se reunieron ayer para evaluar la situación del banco británico tras la oferta del Santander.