Las ferias españolas acometen inversiones por 1.500 millones
La fuerte competencia entre las principales instituciones feriales españolas ha animado ampliaciones faraónicas en las grandes ciudades. A ellas le han seguido obras en otras ferias más modestas hasta situar el volumen de inversión en marcha en casi 1.000 millones de euros. A éstos hay que sumar los más de 500 millones destinados a recintos de nuevo cuño.
La buena marcha del sector ferial español, cuyo crecimiento se ha mantenido constante en los últimos años, y la fuerte competencia por conseguir instalar en los respectivos recintos feriales nuevos certámenes, ha generado una auténtica 'fiebre de actualización y ampliación de infraestructuras y de nuevas inversiones', asegura Higinio Marcos, secretario general de la AEF (Asociación de Ferias Españolas). Las obras, muchas de las cuales se iniciaron hace meses, han disparado las previsiones iniciales hasta los casi 1.000 millones de euros que hay ahora en marcha, según estiman fuentes del sector.
En este total se incluyen los 417 millones de euros que la Fira de Barcelona invertirá hasta 2007 en la ampliación de sus recintos actuales, así como los 325 millones (cifra oficial) de la Feria de Valencia. En ambos casos, especialmente en el último, distintas fuentes estiman que estas cantidades se verán ampliamente superadas.
En el caso de Ifema, la institución ferial de Madrid, anunció el mes pasado una desviación al alza de su presupuesto de inversión para la ampliación que tiene sobre el terreno, lo que sitúa el coste de las obras en 115 millones de euros.
El otro gran polo ferial, Bilbao, se sitúa en la balanza de los recintos de nuevo cuño ya que acaba de estrenar una feria que ha costado 440 millones de euros. El conjunto de las nuevas instalaciones feriales que se han inaugurado en los últimos meses o que están en proceso de construcción supera los 500 millones de euros.
Y es que, como señala Higinio Marcos, la competencia que se ha desatado entre las grandes ferias tiene su reflejo en las instituciones de tamaño medio en las que también existen importantes planes para modernizar y ampliar sus infraestructuras. Vigo, con un proyecto valorado en 7,8 millones de euros, y Valladolid, con obras cuyo coste ronda los seis millones, forman parte de este grupo de ferias que apuestan por la mejora en aras de la competencia.
También con inversiones importantes, aunque no tan abultadas como las de Bilbao, hay otras ciudades que están en proceso de construir nuevos recintos, ya que el impacto económico que genera la celebración de ferias y congresos anima las inversiones en el sector. Irún, con instalaciones recién inauguradas que han costado 21 millones de euros; Málaga, con un recinto en el que se han invertido más de 56 millones; A Coruña, con una inversión en curso de 22 millones de euros; Badajoz, con un proyecto de 13,4 millones, y Ourense, con otro estimado en 6,5 millones, se suman a esta vorágine ferial.
Cuando estos proyectos estén en funcionamiento, la superficie ferial española se habrá duplicado sobre lo que había a principios de año. Los incrementos más sustanciales son el de Valencia, que ampliará en un 177% su espacio actual al alcanzar los 231.000 metros cuadrados y el de la Fira que pasará de los 77.000 a los 240.000 metros. Con estas obras, las cuatro grandes ferias españolas sobrepasarán los 150.000 metros cuadrados y se situarán entre los líderes europeos.
Predomina la financiación pública
La mayor parte del volumen de inversión destinado a las nuevas construcciones o a la ampliación de los recintos feriales tiene procedencia pública. Las comunidades y, sobre todo, los ayuntamientos son conscientes de la riqueza económica que estas actividades generan en la zona.Ifema, que en los últimos años ha realizado inversiones por valor de 310 millones de euros, presume de ser la única que autofinancia sus obras. Según un documento de la AEF, esto es posible por los excedentes obtenidos en sus 25 años de actividad y por la propia generación de recursos que le permiten pagar intereses y principal de los créditos. Las aportaciones de capital de los cuatro entes miembros asciende a 39 millones.La Fira de Barcelona, que el año pasado dio un giro para profesionalizar su gestión, cuenta con una subvención de 75 millones de euros de la Generalitat procedente de fondos Feder, así como una aportación directa de 60 millones y dos créditos, uno sindicado de 65 millones, y otro a largo plazo del BEI por 217 millones, según el director general de Fira 2000, Francesc Solá.