La bailaora Sara Baras lleva 'Sueños' a Madrid en agosto
'No hay que rehuir del flamenco de masas, es la mejor prueba de que la cultura llega a más gente'. Así defendió ayer la bailaora Sara Baras su obra Sueños, el plato fuerte del segundo festival de danza que arranca el 17 de agosto en el teatro madrileño Lope de Vega de Madrid.
El espectáculo carece de guión y argumento, una ventaja según la artista gaditana, ya que puede interpretar soleás, farrucas y otros palos del flamenco con 'libertad absoluta'. El montaje cuenta con dos guitarristas, un violín, dos cantaores y el bailaor José Serrano.
La compañía de Baras estrenó Sueños en 1999, pero la bailaora insistió en que ha habido 'muchos cambios' desde entonces y la obra goza de la suficiente flexibilidad para adaptarla a cualquier escenario. 'No se puede bailar de la misma forma en un teatro enorme que en una sala pequeña', apostilló.
La artista, de 33 años, estimó que sólo después de pisar los escenarios en todo el mundo, se ha dado cuenta de la importancia que tiene el flamenco, y sobre todo de la falta de apoyo que tiene en España. Se queja de no poder aconsejar a las nuevas generaciones de artistas cuando la preguntan dónde bailar: 'No hay clases, ni siquiera una diploma', resumió. Baras, por su parte, se considera 'afortunada' ya que su compañía no ha parado en siete años.
Respecto a un nuevo montaje, la artista explicó que su anterior obra, Mariana Pineda, nació cuando un periodista la comparó con este personaje lorquiano. Por ello, no descarta interpretar el año que viene a 'otra gran mujer' siempre y cuando la idea nazca 'espontáneamente'.
Sueños se proyectará del 17 de agosto al 5 de septiembre en el teatro Lope de Vega.